Siendo una patología molesta, no suele considerarse como motivo de consulta principal, producto de que los síntomas son tolerables, pero se arrastran de forma crónica.
Para prevenir y tratarla precozmente es necesario construir una relación sana con el cuerpo y mejorar la autoimagen educando a niños desde la primera infancia, padres y comunidad escolar.
A pesar de su alta prevalencia en Bolivia, este tipo de tumor, a diferencia de otros, cuenta con tratamientos terapéuticos que pueden llegar a tener éxito total.
El retorno a la normalidad luego de dos años de restricciones producto de la pandemia está generando efectos en la salud respiratoria de la población infantil.
Las complicaciones producidas por el virus son diversas y, a veces, persisten tiempo después de que los pacientes se recuperen de su infección inicial.
Esta patología tiene un fuerte impacto en la salud, calidad de vida y fertilidad en la mujer. Los signos y síntomas son variados y, en algunos casos, se manifiesta desde temprana edad, en la pubertad.
Procedimiento que nace en la década de los sesenta en Estados Unidos ha permitido prevenir la discapacidad intelectual en miles de recién nacidos.
Chequeo anual por medio de mamografías y autoexamen en mujeres sobre 35 años anualmenten es clave para un diagnóstico oportuno.
La detección tardía aumenta el riesgo de sufrir complicaciones cardiovasculares, neurológicas, metabólicas y cáncer, además de problemas sociales y familiares. El tratamiento es altamente efectivo y mejora la calidad de vida.
Las enfermedades que afectan a esta glándula son muy frecuentes y tienen efectos sobre todo el organismo. Se estima que alrededor de un 4% de la población las padece y son más frecuentes en mujeres.