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Tumores de tronco cerebral que podían pasar inadvertidos con la TAC, se visualizan con la
RNM.
Proporcionan información en relación a la extensión local del tumor y presencia de
metástasis, su capacidad para captar Gadolinio, planeación apropiada de la cirugía, indicación
del sitio de biopsia y programación de la radioterapia.
Además permite detectar complicaciones secundarias relacionadas con el tumor como
hidrocefalia, edema, hemorragia intratumoral, herniación tumoral y otras.
La imagenología además permite el control y seguimiento de la respuesta a la terapia.
La biopsia tiene por finalidad realizar el diagnóstico histológico definitivo de la lesión, la
biopsia por esterotaxia está indicada en tumor cerebral con inaccesibilidad quirúrgica.
Avances importantes en la inmunohistoquímica y biología molecular han contribuido al
diagnóstico de este tipo de tumores.
Diagnóstico diferencial
Infecciosas: TBC, abscesos piogenos, cisticercosis, toxoplasmosis, micosis, sarcoidosis.
Vasculares: Aneurisma, hemangioma, accidente vascular encefálico.
Además de la sospecha de tumor, alguna de las manifestaciones debe considerar cuadros
como convulsiones, epilepsia, fiebre con manifestaciones neurológicas como meningitis y
encefalitis, vómitos por patología gastrointestinal.
Tratamiento
El tratamiento en los tumores cerebrales en los niños son la cirugía, la radioterapia y la
quimioterapia aplicadas ya sea en forma aislada o en diferentes combinaciones. Esto
dependerá de la edad del paciente, tipo de tumor, extensión de la enfermedad y grado de
resección.
Los objetivos de la neurocirugía oncológica son la biopsia diagnóstica, controlar la
hipertensión endocraneana y reducir la masa tumoral.
Es de gran importancia la decisión quirúrgica, principalmente del grado de resección
tumoral que está limitada por la extensión del proceso y el compromiso de zonas nobles. No es
frecuente que se consiga la exéresis total del tumor por lo que el pronóstico se ensombrece.
La radioterapia es el tratamiento complementario a la neurocirugía que permite un mejor
pronóstico y calidad de vida del niño con tumor del SNC. Es importante señalar que la
radioterapia puede dejar secuelas precoces como aplasia, somnolencia generalmente de curso
autolimitado y tardío como fibrosis, necrosis, mielopatía trasversa y alteraciones endocrinas
entre otras. No se indica radioterapia en niños menores de 3 años por mayor posibilidad de
secuelas.
En relación a la quimioterapia aún no se dispone de un gran arsenal de drogas utilizables a
nivel de SNC, los alquilantes (nitrosaureas y cisplatino) y alcaloides (vincristina y
podofilínicos) son drogas útiles en tumores del SNC.
Son objetivos de la quimioterapia
– Curación del paciente.
– Prolongar la sobrevida con mejor calidad.
– Retardar el uso de radioterapia
– Evitar o disminuir secuelas por cirugía y radioterapia.
– Ofrecer una opción de tratamiento en menores de 3 años con tumores sensibles a la
quimioterapia.
– Control de la enfermedad a largo plazo cuando la enfermedad residual es mínima.
Los protocolos de tratamiento que se emplean a nivel nacional son avalados por el PINDA
y están dirigidos a los mayores de 3 años.
Hemato Oncología