Al centrarse casi exclusivamente en una fracción de la variabilidad humana, los mapas de referencia actuales omiten variantes biológicas críticas para la salud de poblaciones globalmente subrepresentadas.
Este órgano no cambia de forma pareja a lo largo de la vida, más bien atraviesa cuatro momentos decisivos en los que su conectividad se reorganiza y redefine el cómo pensamos, aprendemos y envejecemos.
El descubrimiento de una sincronía perfecta entre el movimiento de los ojos y la música que oyes abriría insospechadas rutas hacia nuevas terapias neurológicas.
Desde los años 70, las metáforas militares dominan el discurso sobre el cáncer. Pero estas palabras tienen consecuencias: aumentan la angustia, culpabilizan y distorsionan la realidad de la enfermedad.
La preeclampsia, la diabetes gestacional o un alumbramiento prematuro no son solo episodios pasajeros. Funcionan como señales tempranas que permiten anticipar y prevenir riesgos cardiovasculares.
El solo acto de identificar una enfermedad puede generar alivio, validación y cambios conductuales en los pacientes, incluso antes de cualquier tratamiento.
El proceso de reparación celular tras la rotura del ADN deja huellas que son decodificadas por el reparoma humano, un catálogo que puede representar un valioso salto en el diseño de tratamientos contra el cáncer.
Desvelar el mecanismo de este subgrupo de linfocitos ha permitido entender la delicada línea entre una defensa exitosa y el riesgo de la autoinmunidad.
El afecto por una pareja, un hijo o una mascota activa distintas regiones neuronales. Un análisis de seis tipos de amor revela que lo que lo provoca es fundamental para determinar la intensidad de un vínculo.
Combatir este tumor de forma específica y eficaz parece un objetivo más cercano gracias a la irrupción de las terapias génicas en el cáncer infantil.