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15 Marzo 2010

Urología

Obesidad promueve la hiperplasia benigna de próstata

Estas observaciones son importantes ya que permiten identificar la existencia de vías modificables para la enfermedad, las cuales pueden representar nuevas dianas de prevención y el tratamiento mediante la correcta modulación de la adiposidad.

La hiperplasia benigna de próstata es una enfermedad altamente prevalente en hombres mayores con importantes efectos negativos para la salud pública. Generalmente, los clásicos paradigmas etiológicos se han centrado en factores de riesgo no modificables. Sin embargo, la obesidad también puede potencialmente promover la hiperplasia prostática benigna.

J. Kellogg Parsons y colegas de la Universidad de California en San Diego, Estados Unidos, realizaron una revisión bibliográfica exhaustiva para identificar los estudios sobre la obesidad, la hiperplasia benigna de próstata, los síntomas del tracto urinario y la actividad física.

La información publicada sugiere fuertes asociaciones positivas de la obesidad con la hiperplasia benigna de próstata y los síntomas del tracto urinario. Esta evidencia abarca la mayoría de los parámetros establecidos de la adiposidad, incluido el índice de masa corporal, circunferencia de cintura y relación cintura-cadera, y dentro de 3 categorías generales, como el volumen de la próstata, la hiperplasia benigna y los síntomas del tracto urinario. 1) Los estudios mostraron de manera consistente que el aumento adiposo se asocia positivamente con el volumen y tamaño prostático determinado radiográficamente, lo que sugiere que la obesidad favorece el crecimiento de la próstata. 2) La mayoría de los análisis revelaron que la obesidad aumenta el peligro de hiperplasia benigna de próstata de varias formas, incluyendo también el tratamiento médico, la cirugía no cancerosa, diagnóstico médico, diagnóstico histológico y la tasa de flujo urinario. 3) También se demuestra que la obesidad aumenta el riesgo de los síntomas del tracto urinario, medido por un cuestionario validado. Además, la mayoría de los estudios señalan que la actividad física disminuye significativamente el riesgo de hiperplasia benigna de próstata.

En conclusión, la obesidad aumenta considerablemente el riesgo de hiperplasia prostática benigna. Dado que la actividad física disminuye el riesgo de la enfermedad, estas observaciones apoyan el desarrollo de nuevas estrategias de prevención y tratamiento dirigido hacia la obesidad, pérdida de peso y el estilo de vida.

Fuente bibliográfica

J Urol 2009; 182(6): S27–S31

Ciencia y Medicina

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