Endocrinología
Los estrógenos también participan en la andropausia
Los autores de esta publicación realizaron un estudio de rango de dosis para determinar las concentraciones relativas de testosterona y los niveles séricos asociados a la composición corporal, fuerza y declinación de la función sexual.
Los enfoques actuales para el diagnóstico de la deficiencia de testosterona no consideran las consecuencias fisiológicas de los distintos niveles de la hormona o si las deficiencias de testosterona, estradiol, o ambas, representan manifestaciones clínicas.
Joel S. Finkelstein y colegas (Unidad de Endocrinología del Departamento de Medicina del Hospital General de Massachusetts, en Boston, Estados Unidos) sometieron 198 hombres sanos de 20 a 50 años de edad a acetato de goserelina (para suprimir la testosterona y el estradiol endógeno) y se asignaron aleatoriamente para recibir un gel con placebo o 1,25 g, 2,5 g, 5 g, o 10 g de gel de testosterona al día durante 16 semanas. Otros 202 varones sanos recibieron acetato de goserelina, gel con placebo o gel de testosterona, y anastrozol (para suprimir la conversión de testosterona a estradiol). Los cambios en el porcentaje de grasa corporal y de masa magra fueron los resultados primarios. También se evaluaron las áreas de grasa intra-abdominal y subcutánea, así como la función sexual.
El porcentaje de grasa corporal se vio aumentado en los grupos que recibieron placebo o 1.25 g ó 2,5 g de testosterona al día sin anastrozol (nivel de testosterona, 44 ± 13 ng por decilitro, 191 ± 78 ng por decilitro, y 337 ± 173 ng por dL, respectivamente). La masa magra y la zona muscular disminuyeron en los hombres bajo placebo y en los que recibieron 1,25 g de testosterona al día sin anastrozol. La fuerza de las piernas se redujo sólo con la administración de placebo. En general, el deseo sexual disminuyó a medida que las dosis de testosterona se reducían.
En conclusión, la cantidad de testosterona necesaria para mantener la masa magra, masa grasa, la fuerza y la función sexual, varía ampliamente en los hombres. La deficiencia de andrógenos representó una disminución de la masa magra, masa muscular y la fuerza, la carencia de estrógenos explicó sobre todo el aumento de la grasa corporal, y ambas contribuyeron a la disminución de la función sexual. Estos resultados apoyan los cambios en el modelo de evaluación y gestión del hipogonadismo en varones.
