Salud Pública
Frutos secos protegen la salud y disminuyen la mortalidad
Este análisis a partir de dos grandes estudios prospectivos poblacionales mostró asociaciones inversas y significativas de la ingesta de frutos secos con la mortalidad total y por causas específicas.
La mayor ingesta de frutos secos se ha asociado con un menor riesgo de enfermedades crónicas, como las cardiovasculares y la diabetes mellitus tipo 2. Sin embargo, la relación entre los frutos secos y mortalidad sigue siendo poco clara.
Ying Bao y colaboradores (Departamento de Medicina del Hospital Brigham y la Escuela Médica de Harvard, Boston, Estados Unidos) examinaron la asociación entre la ingesta de frutos secos y la mortalidad en 76.464 mujeres provenientes del Estudio de Salud de Enfermeras (1980 a 2010) y 42.498 hombres del Estudio de Profesionales de la Salud (1986-2010). Se excluyeron los participantes con historia de cáncer, enfermedades del corazón o accidente cerebrovascular. El consumo de frutos secos se evaluó al inicio del ensayo y se actualizaba cada 2 a 4 años.
Durante 3.038.853 personas/años de seguimiento, 16.200 mujeres y 11.229 hombres murieron. La ingesta de frutos secos se ligó de forma inversa con la mortalidad total en ambos sexos, después del ajuste para otros factores de riesgo conocidos o sospechados. Los cocientes de riesgo multivariado agrupados de muerte entre los participantes que comían frutos secos, en comparación con aquellos que no lo hacían, fueron 0,93 (intervalo de confianza del 95% [IC], 0,90 a 0,96) para el consumo de frutos secos menos de una vez por semana , 0,89 (IC del 95%, 0,86 a 0,93), para una vez por semana, 0,87 (IC del 95%, 0,83 a 0,90) durante dos a cuatro veces por semana, 0,85 (IC del 95%, 0,79 a 0,91) durante cinco o seis veces por semana, y 0,80 (IC del 95%, 0,73 a 0,86) durante siete o más veces por semana (P < 0.001 para la tendencia). También se observó una asociación significativa e inversa, entre los frutos secos y muerte por cáncer, enfermedades del corazón y enfermedades respiratorias.
Finalmente, en dos grandes cohortes independientes de enfermeras y otros profesionales de la salud, la frecuencia del consumo de frutos secos se asoció inversamente con la mortalidad total o por causas específicas, independientemente de otros factores predictores de muerte.
