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pruebas terapéuticas consisten en seleccionar

técnicas vocales que

compensen la dificultad observada en la fisiología laríngea durante

la evaluación de la voz

– sea bajo la experticia del ORL o del

Fonoaudiólogo.

Asimismo, no deja de ser un ejemplo de práctica basada en la evidencia

clínica. Estudios recientes, como de Burg et al (2014), destacan que las

características psicológicas, motivacionales y de aprendizaje del paciente

influencian al fonoaudiólogo en la selección de métodos de rehabilitación

y no necesariamente el tipo de disturbio vocal. Sin embargo, refuerzan

como contrapartida la importancia del fonoaudiólogo al revisar qué

aspectos influyen en la selección de ejercicios por sobre las variables de

los pacientes.

En mi experiencia, la aplicación de pruebas terapéuticas (P.T.) durante el

examen de la NFC y el AFA es fundamental para la interpretación de la

fisiología laríngea. Al momento de pedir al paciente disfónico que emita

voz, hable y/o cante, estamos interpretando la dificultad del paciente en

movilizar cierta estructura laríngea y asumiendo qué técnica podría

ayudarlo a compensar tal dificultad. Para esto, el fonoaudiólogo debe

saber exactamente qué efecto tiene cada técnica sobre la fisiología

laríngea, y qué se espera como resultado en la voz del paciente una vez

ejecutada la técnica.

Entonces la P.T. es la aplicación de determinada técnica vocal para que,

en la evaluación NFC y/o AFA, verifiquemos compensaciones de la

función laríngea que podamos ofrecer a través de la selección de la

técnica más indicada, mejorando la calidad vocal del paciente pese a la

causa de su disfonía. La mejor voz, como define Pinho (2004), es la que

presenta mínimo esfuerzo y máximo rendimiento, pero esto no siempre

equivale decir que será una voz “normal”. Mismo porque la

“normalidad” es un concepto muy relativo… se busca instalar entonces

una voz adecuada y flexible. Luego la P.T. podrá ser positiva aún cuando

alguna estructura laríngea se encuentre alterada, pero el efecto vocal final

será de una mejor fonación, adecuada a diferentes contextos y usos.

Si bien es cierto, aún son necesarias investigaciones que comprueben por

cuánto tiempo se debe ejecutar cada técnica, así como el número de