Los desafíos médicos en rehabilitación física e inclusión
La medicina no sólo cumple un rol clave en la rehabilitación de los discapacitados, sino que también promueve iniciativas globales orientadas a la integración social y respeto de los derechos humanos.
Especialistas de Estados Unidos, Brasil, España y Chile, entre otros países, se reunirán en Viña del Mar, entre el 12 y 14 de octubre de 2014, para participar en el XXVI Congreso de la Asociación Médica Latinoamericana de Rehabilitación (Amlar), encuentro que es considerado uno de los más importantes del mundo que abordan esta importante temática.
La actividad contará con invitados extranjeros de reconocida trayectoria, quienes compartirán y expondrán su experiencia en aspectos como rehabilitación en paciente crítico (adulto y pediátrico), bioética, deporte terapéutico y paraolímpico, electrodiagnóstico, uso tecnológico, gestión, neurorehabilitación, medicina paliativa y programas de formación en medicina física y rehabilitación. Todo en una cita presidida por la doctora Pilar González y patrocinada por la Asociación Médica Latinoamérica de Rehabilitación y la Sociedad Chilena de Medicina Física y Rehabilitación (Schimfyr).
Este congreso ha despertado cada vez más interés, dada la creciente necesidad de generar sociedades más inclusivas, que garanticen igualdad de derechos, oportunidades, participación y accesibilidad de las personas con algún tipo de discapacidad. En este sentido, la medicina juega un rol fundamental.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la rehabilitación es definida como “el conjunto de medidas sociales, educativas y profesionales destinadas a restituir al paciente minusválido la mayor capacidad e independencia posibles”. En definitiva, una serie de iniciativas de gran relevancia, más aún si se toma en cuenta que más de mil millones de personas viven en todo el mundo con alguna forma de discapacidad, de las cuales, casi 200 millones experimentan dificultades considerables en su funcionamiento.
En los próximos años, la discapacidad será un motivo de preocupación aún mayor, pues su prevalencia está aumentando aceleradamente, debido a que la población está envejeciendo y el riesgo de manifestar una limitación física es superior entre los adultos mayores. Pero también existen otros factores, como el alza global en la prevalencia de enfermedades crónicas como la diabetes, patologías cardiovasculares, el cáncer y los trastornos de la salud mental. Además, la industrialización de los países, proceso propio del desarrollo, ha traído consigo el aumento de la tasa de accidentabilidad laboral.
“La discapacidad ha sido un tema muy postergado, sobre todo en los países más desfavorecidos, y es el momento de cambiar ese paradigma”, comenta la presidenta de la Sociedad Internacional de Rehabilitación y Medicina Física, doctora Marta Imamura, quien integrará en Chile el panel de conferencistas del Congreso Amlar.
La especialista de la Universidad de Sao Paulo estuvo en Ginebra durante la penúltima semana de mayo participando en la 67 Asamblea de la OMS, en el marco de la elaboración de un plan de acción para los próximos siete años que permita mejorar la salud de las personas con discapacidad, mediante una estrategia que apunte a la reducción de los obstáculos en el acceso a la rehabilitación en todo el mundo, mejorando la asistencia, investigación y formación de profesionales en este campo.
“Invertir en rehabilitación no sólo es fundamental por cuestiones humanitarias y sociales, sino también desde un punto de vista económico, ya que rehabilitar a un paciente permite otorgarle independencia para que vuelva a reintegrarse en la sociedad, lo que tiene un gran impacto en la sostenibilidad de los países”, agrega la fisiatra.
Expertos en el tema plantean que la plena incorporación de la rehabilitación física en las comunidades sólo es posible mediante un cambio en el funcionamiento de los sistemas sanitarios, para que se aboquen no sólo a la recuperación de una enfermedad específica, sino que también se comprometan con la funcionalidad y calidad de vida del paciente. En este sentido, estructurar un plan de acción que coordine esfuerzos entre la mayor cantidad de países es clave. “La disparidad y las diferencias globales son muy grandes”, subraya la doctora Imamura.
Uno de los desafíos actuales a escala global es optimizar los procesos de recopilación y análisis de datos, con el fin de orientar la formulación de políticas y programas sobre discapacidad. En muchos países del mundo, a las personas con discapacidad se les niegan las oportunidades de trabajo, escolarización y participación en la sociedad, lo cual constituye una valla a su prosperidad y bienestar. En este contexto, la Convención sobre los derechos de los discapacitados, diseñada por la Organización Mundial de la Salud, constituye una herramienta jurídicamente vinculante para los Estados que la han ratificado, con el fin de garantizar que estas personas tengan acceso a los mismos derechos y oportunidades que el resto de los individuos que integran la comunidad, terminando con la estigmatización y discriminación que, lamentablemente, sigue presente en varias naciones, muchas de ellas sudamericanas. Es el rol de la medicina en la promoción de la inclusión social y el respeto de los derechos humanos.
En el objetivo de mejorar la calidad de vida de los discapacitados, cada esfuerzo cobra valor en sí mismo, haciendo de iniciativas aparentemente pequeñas, un paso trascendente. Ejemplo de esto es el primer Curso – taller “Prótesis de miembros superiores e inferiores” que, paralelo a la asamblea que se llevó a cabo en Ginebra, se desarrolló en el Centro SAVAL de Cooperación Científica de Concepción, donde un grupo de profesionales, liderados por la destacada fisiatra Violeta Hinojosa, directora del Instituto Teletón de la ciudad, abordó aspectos prácticos en el manejo clínico del paciente discapacitado, su rehabilitación física e integración social. La jornada contó con el respaldo del Servicio Nacional de la Discapacidad, Senadis, y Fisiacon, centro regional dedicado exclusivamente a la rehabilitación integral de adultos con alguna discapacidad física. “Fue una actividad muy productiva, que marcará un importante precedente. Estamos satisfechos y con ganas de volver a reunirnos pronto para seguir trabajando en esta materia”, concluye la doctora Hinojosa.
