Nuevos enfoques hacia el adulto mayor
En Chile un 11.4 por ciento de la población, es decir 1.718.000 personas, corresponde a mayores de 60 años, según reveló el censo realizado en abril de 2002. No se trata de una realidad aislada sino de una tendencia mundial que, junto con bajas en las tasas de natalidad, está afectando fuertemente a las pirámides demográficas.
Además de provocar un gran impacto a nivel social en variados aspectos, uno de los factores más llamativos del proceso dice relación con los cambios que provoca en el mercado. Por ejemplo, así como en décadas anteriores el mundo de la publicidad se centró en los jóvenes y su potencial de consumo, paulatinamente el grupo de los adultos mayores está acaparando el interés de variadas empresas, que han dirigido sus campañas a este segmento de la población.
No se trata sólo de bienes de consumo masivo, sino que la oferta se enfoca con fuerza en temas sensibles como la nutrición y la salud, buscando aportar al mejoramiento de la calidad de vida de las personas mayores a través de productos de uso habitual. Del mismo modo los bancos se han atrevido a aumentar a la edad de 74 años, la fecha de pago de la última cuota de un crédito, dado que otro aspecto que destaca en este grupo es la responsabilidad frente al uso de estas herramientas económicas, ámbito en el que han sumado su confianza entidades como farmacias y supermercados.
Para muchas empresas, este no ha sido un proceso fácil, pues deben adquirir conocimientos para abordar este “nuevo” grupo objetivo en temas tales como el servicio al cliente, pues los adultos mayores dan una gran importancia a la calidad de la atención.
De hecho, en países desarrollados como Japón, los procesos formativos tendientes a prestar servicios a este segmento poblacional, considera novedosos métodos como pedir al sujeto que se está capacitando que se transforme en un adulto mayor por algunas horas, para que experimente todas las dificultades que implica el avance de los años, como problemas de visión y oído, problemas de movilidad en los dedos de las manos y dificultad para desplazarse, entre otros.
Aunque aún no existen iniciativas de este tipo en nuestro país, diversos organismos como municipalidades y juntas de vecinos han ido implementando talleres orientados a este grupo etáreo y a sus familiares, ofreciendo cursos de computación, idiomas, gimnasia, historia y manualidades, entre otros.
Asimismo, varias universidades han desarrollado una interesante oferta de talleres y cursos orientados, principalmente, a personas relacionadas con el campo de la salud que desempeñan su quehacer en el ámbito de los adultos mayores.
Años con estilo y comodidad

Pese a que existen algunos sectores sociales donde se ha experimentado un despertar de la conciencia en torno a los adultos mayores y sus necesidades, aún nuestro país está bastante atrasado en estos ámbitos.
En naciones del primer mundo, por ejemplo, paulatinamente han ido desapareciendo las casas de reposo tradicionales, siendo reemplazadas por nuevos modelos habitacionales y de cuidado, en especial para los adultos mayores autovalentes.
Así, han aparecido alternativas como centros comunitarios donde las personas viven con otros adultos mayores en un entorno que tiene más que ver con un centro vacacional que con una clínica. Esta opción reduce considerablemente los niveles de estrés que genera para muchos el hecho de trasladarse a vivir en un nuevo hogar, en forma independiente de sus familiares.
Se trata de verdaderos proyectos inmobiliarios, con todas las comodidades necesarias y otros elementos adicionales como manillas o barandas en escaleras y pasillos, pisos antideslizantes, equipamiento especial para el baño y timbres para emergencias, así como puertas que permiten el paso de sillas de ruedas, entre otros elementos.
Pese a la inquietud inicial que provoca este tipo de alternativa, el integrarse a estos ambientes comunitarios suele ser muy positivo en aspectos que dicen relación con el estado de ánimo, la sociabilidad de la persona y su capacidad de poner freno a estados depresivos.
Siguiendo los mismos parámetros de las naciones desarrolladas y orientado a adultos mayores que poseen un buen nivel socioeconómico, uno de los proyectos más interesantes que existe en Chile es “Living La Dehesa”.
Se trata de un lugar diseñado especialmente –desde la arquitectura, hasta los servicios- para los adultos mayores. Entre otras cosas, posee gimnasio, jacuzzi, peluquería, servicio a la habitación, sala de video, comedor, gastronomía de primer nivel y enfermería de emergencia.
La idea de este tipo de espacios, es que las personas se sientan como en su propia casa, disfrutando de las comodidades e instalaciones, ya sea solas o en compañía de sus familiares y amigos. Esto es complementado por diversas actividades recreativas y la permanente disponibilidad de servicios de apoyo a su salud.
