Herman Snellen y su tabla optométrica
La historia, aquella disciplina que se dedica a estudiar los hechos y acontecimientos del pasado, nos permite comprender muchos aspectos del presente, entre ellos, los conocimientos científicos y tecnológicos que, de una u otra manera, han impactado y cambiado la vida de las personas.
Desde los inicios de la humanidad, el hombre se esforzó por “inventar” elementos que hicieran más fáciles algunas de sus tareas o que resolvieran problemáticas que se le presentaban y a las que había que buscarles una solución.
La oftalmología es la rama de la medicina que se ocupa del estudio de las enfermedades oculares. Es, sin duda, la primera especialidad que se desgajó del tronco de la medicina. Hasta la segunda mitad del siglo XVIII no existe como una especialidad verdadera, aunque ya médicos aislados de la Edad Media, sobre todo árabes, escribieron tratados sobre las enfermedades de los ojos.
A partir del siglo XVII, comenzaron a proliferar médicos e individuos sin título profesional que recorrían las ciudades dedicados exclusivamente al tratamiento de estas enfermedades, los que estaban al margen de la medicina ortodoxa, siendo la oftalmología una rama reservada sólo a los cirujanos generales.
Sin embargo, las técnicas quirúrgicas oftalmológicas hicieron que, poco a poco, se independizara como especialidad, y en 1762 se creó en París la primera cátedra bajo la dirección de Dehais-Gendron, que fue suprimida por la Revolución y que no se restableció hasta un siglo más tarde bajo la dirección del griego Panas.
En 1772, se inauguró la cátedra de oftalmología de Viena, que desde entonces funciona sin interrupción, motivo por el que debe ser considerada como la primera cátedra en el mundo de esta especialidad.
A la especial habilidad de la cirugía oftalmológica, acentuada con el descubrimiento aportado por Jacques Daviel, la operación de catarata mediante la extracción del cristalino opacificado, se añadió la invención del oftalmoscopio que permitió entrar en un campo hasta entonces desconocido, donde los oftalmólogos pudieron organizar y estructurar una especialidad, mientras seguían surgiendo valiosos instrumentos de ayuda: en esa tarea colaboró Herman Snellen.
Snellen nació el 19 de febrero de 1834 en Zeist, era hijo de un médico muy popular de la ciudad, por lo que la influencia de su padre lo llevó a seguir sus pasos. Estudió medicina en la ciudad de Ultrech con importantes profesores de la época, entre los que destaca Franz Cornelis Donders, uno de los médicos holandeses más eminentes del siglo XIX, quien gracias a sus estudios de fisiología y patología ocular corrigió científicamente los trastornos refractivos, es decir la miopía, hipermetropía y astigmatismo.
Recibió su doctorado médico en 1858, año en el que se transformó en médico auxiliar de la clínica oftalmolígica Nederlandsch Gasthuis voor Ooglijgers en Ultrech. En 1862 se convirtió en el médico principal y en 1884 en director de la institución, cargo que desempeñó hasta 1903. Paralelamente, entre los años 1858 y 1877 realizó una carrera académica en la Universidad de Ultrech, donde fue profesor de higiene de la vista y de oftalmología.
Este médico holandés se dedicó a investigar sobre astigmatismo, glaucoma y enfermedades de la retina. Practicó diferentes cirugías y en 1899 dirigió el congreso internacional de oftalmología realizado en Ultrech.
Uno de los aportes más significativos de este oftalmólogo fue la cartilla optométrica, conocida como Carta de Snellen, que sirve para determinar la agudeza visual (AV). Snellen calculó matemáticamente cuál era, en condiciones normales, la mínima separación entre dos objetos que podía ser reconocida a una distancia determinada y, partiendo de esa base, elaboró unas tablas de letras de distintos tamaños que debían ser leídas, por un ojo normal, a diferentes distancias.
Este proceso, difundido durante la Primera Guerra Mundial, ha permitido evaluar la visión en términos de agudeza visual y visión de colores. Esta medición, descrita hace más de 100 años y sin mayores modificaciones, se utiliza diariamente en las consultas médicas para evaluar la función visual de miles de pacientes en el mundo.
