Telemedicina: poderosa herramienta
Utilizar la tecnología de las comunicaciones como un medio para llevar servicios médicos a lugares remotos, es la premisa sobre la cual se basa la telemedicina, recurso que puede considerar llamadas telefónicas tradicionales, transmisiones de voz digitalizada, uso de computadoras, fibra óptica, satélites y otros dispositivos que se valen de complejos softwares para su funcionamiento.
En el caso de países como el nuestro, la telemedicina cobra especial importancia considerando que los especialistas están concentrados en las grandes ciudades -especialmente en la Región Metropolitana-; la extensión geográfica implica condiciones de aislamiento en temas de salud para algunas localidades y, aunque existe un valioso desarrollo tecnológico, dichos recursos también se encuentran bastante centralizados.
El comienzo
Los primeros pasos de la telemedicina fueron dados a conocer en la Feria Mundial de Nueva York de 1951, donde se exhibió un sistema que permitía intercambiar datos médicos entre diferentes estados. Sin embargo, recién a mediados de los ’60 se implementó la primera estación telemédica, la cual conectaba a través de un circuito audiovisual al Hospital de Massachussets con el aeropuerto de Boston.
Sin duda uno de los organismo pioneros en este ámbito ha sido la NASA (National Aeronautics and Space Administration), entidad que a fines de los años ’70 en forma conjunta con Armenia-UFA desarrolló “Puente Espacial”, el primer programa internacional de telemedicina. La iniciativa probó sus potencialidades luego del terremoto que asoló a Armenia en 1988, oportunidad en la que se implementó un sistema de consultas médicas entre el lugar del desastre y diversos centros médicos en Estados Unidos.
Desde entonces la telemedicina se ha integrado a variadas áreas del quehacer sanitario en países desarrollados como Noruega, España, Japón y Francia, donde se ha implementado con el objetivo de facilitar una mejor atención en salud para contribuir a la equidad, la accesibilidad, la eficiencia y evitar los desplazamientos desde sitios lejanos a las grandes ciudades. Con ello se busca mejorar la satisfacción de profesionales y usuarios, al mismo tiempo que reducir los costos globales.
Aunque la telemedicina se puede enfocar a múltiples áreas, su desarrollo está centrado en satisfacer algunas necesidades básicas como la distancia física entre las comunidades; uso de tecnologías para realizar asistencia; disponibilidad de equipo médico y de profesionales de salud para prestar un servicio; expertos en el área de tecnologías responsables para el desarrollo y mantención de la infraestructura de la telemedicina; sistematización del proceso de teleasistencia con desarrollo de protocolos clínicos; estructura de seguridad, calidad y vigilancia de datos y servicios ofrecidos a través de telemedicina.
Considerando dicho escenario, en la actualidad las aplicaciones de la telemedicina se centran en otorgar consultas médicas a distancia, sistemas de telediagnóstico o cooperación entre profesionales.
El caso chileno
Se estima que en Chile el 60 por ciento de los médicos trabaja en la Región Metropolitana, siendo que esta parte del territorio alberga al 40 por ciento de la población. Asimismo, existen inequidades en cuanto a la cantidad de médicos por habitante: mientras que en Santiago el promedio es de uno por cada 624 personas, en algunas regiones hay un solo médico por cada 2000 habitantes.
Al igual que otros países en vías de desarrollo, Chile tiene problemas como la insuficiencia de especialistas, la falta de recursos y su centralización. Estas dificultades se ven acentuadas por su gran extensión territorial, lo que redunda en una escasez de médicos en algunas regiones.
Dado que se trata de una alternativa relativamente rápida para implementar y solucionar la necesidad de acceso a especialistas, la telemedicina entrega respuestas a estos problemas a través de la incorporación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), el aprendizaje a distancia y las bibliotecas digitales, entre otros recursos que permiten mejorar los niveles de salud, educación y capacitación de los países en desarrollo.
Tomando en cuenta este escenario, y con una inversión cercana al millón de dólares, en 1998 el Ministerio de Salud puso en marcha un proyecto piloto de telemedicina para la transmisión computacional de radiografías y biopsias desde un hospital satélite a otro recinto hospitalario, cuyo objetivo era evitar que los pacientes de zonas alejadas o rurales se desplazaran a los establecimientos base provinciales y regionales.
El modelo se desarrolló en el norte, conectando a los hospitales de Coquimbo y La Serena, y los de Combarbalá e Illapel. En la Región del Maule, en tanto, Talca se vinculó con Linares y Cauquenes, y en la Región de La Araucanía, los hospitales de Villarrica, Nueva Imperial y Angol se comunicaron con el Hospital Base de Temuco.
Pese a lo positivo que resultó el proyecto para algunos equipos médicos de hospitales pequeños, el programa fue suspendido en las localidades nortinas el año 2001, principalmente por problemas de carácter tecnológico, ya que los profesionales locales consideraban que no existía una completa fiabilidad de las imágenes trasmitidas y, por lo tanto, esto podía afectar los diagnósticos.
Este tipo de iniciativas corrió mejor suerte en zonas que impulsaron proyectos con fondos privados. Es el caso de las experiencias de Isla de Pascua y la Antártica, así como el desarrollo que existe en las islas Juan Fernández y Chiloé, todos lugares donde pacientes con patologías complejas son sometidos a exámenes, cuyos resultados se derivan a grandes hospitales para que especialistas los analicen y emitan diagnósticos.
Sin duda, otro polo importante en el desarrollo de esta tecnología ha estado marcado por instituciones académicas como la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Universidad Católica de Valparaíso y la Universidad de Concepción.
Últimos avances
Uno de los eventos más recientes que dice relación con el ámbito de la telemedicina, fue un seminario organizado por el Centro Tecnológico de la Escuela de Salud DuocUC el 12 de agosto de 2005, actividad en la que destacados expertos debatieron sobre los beneficios y las nuevas aplicaciones de este recurso tecnológico. Entre ellos se encontraba el doctor Edgardo Escobar, presidente del Consejo de Cardiología Clínica de la Federación Mundial de Cardiología, expuso sobre el apoyo de la Tele-Electrocardiografía al Programa de Infarto Agudo al Miocardio del Plan Auge.
El objetivo de la actividad fue abrir un espacio de reflexión en torno a los beneficios de la telemedicina en tratamientos clínicos y medicina en general, donde permite significativos avances tales como el diagnóstico de patologías de manera rápida y eficiente, transmisión de informes de pacientes y almacenamiento de imágenes.
Cabe destacar que la Escuela de Salud de DuocUC cuenta con el primer Centro Tecnológico de Simulación en Salud (CTSS) de nuestro país, donde desarrolla un modelo de enseñanza basado en escenarios de problemas, para lo cual utiliza simuladores y prototipos que, a través de softwares informáticos, son capaces de reproducir escenarios clínicos, patologías y dolencias, reacciones y sintomatologías equivalentes a las de un ser humano.
