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31 Enero 2005

Dr. Carlos Bustos

Acercando la medicina a los pacientes

Frecuentemente las personas que salen de una consulta médica luego de haber asistido a un control o chequeo, saben que tienen una determinada enfermedad pero no en qué consiste su patología, pues no comprenden las aclaraciones del profesional o porque éste no se las explicó.

Ante esto, el doctor Carlos Bustos, gastroenterólogo del Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar, ha ideado una interesante manera de acercar a los pacientes el lenguaje técnico utilizado por los profesionales de la salud.

Al especialista, formado en la Universidad de Concepción, siempre sintió curiosidad por las dificultades que enfrentan muchos profesionales para explicar los cuadros clínicos a los enfermos. “Hace un tiempo participé en una reunión médica donde asistieron pacientes y me di cuenta de que ellos no entendían muchas de las cosas que nosotros tratábamos de exponer. Distinto es el caso cuando se participa en conferencias profesionales o de nivel científico, donde uno debe y tiene que usar una nomenclatura médica técnica. Pero cuando vas a hacer una labor educativa, tienes que cambiar el discurso y eso cuesta mucho”, señala el doctor Bustos, quien disfruta de la labor pedagógica.

El médico, que además es docente en la Universidad de Valparaíso y en la Universidad del Mar, señala que las personas tienen distintas formas de aprender. “Por ejemplo, no tiene que ver con la edad el hecho de que una persona aprenda con dibujos o sin dibujos, depende de cuál es el hemisferio cerebral que utiliza con mayor frecuencia. En general las mujeres tienen la capacidad de utilizar los dos mucho más que el hombre, nosotros tenemos predominio de uno sobre otro. El hemisferio derecho tiene una fuerte relación con las imágenes, las formas, sonidos, ritmos y el procesamiento paralelo de más de una información simultáneamente. Mientras que el izquierdo tiene más que ver con textos, abstracciones, ideas concretas y con el racionamiento matemático, por lo que a esas personas de predominio izquierdo, hay que enseñarles de una forma distinta”.

En ese sentido, el profesional ha desarrollado algunos trabajos o ayudas. En su consulta particular tiene una serie de animaciones interactivas, que permiten a las personas entender la nomenclatura técnica, para que así “al salir de acá no tenga dudas de su enfermedad o tratamiento”, señala.

La iniciativa de educar al paciente comenzó cuando Bustos cursaba su segundo año de medicina en la universidad. En ese entonces, recuerda que con sus compañeros de curso organizaron una exposición médica dirigida a pacientes “no a colegas ni estudiantes, sólo a pacientes”, reitera. Fue ahí cuando se dio cuenta que el tema era más o menos complicado, porque “a nosotros nos cuesta desligarnos del vocabulario médico”, asegura.

Educación en el sistema público

La Unidad de Emergencia del Hospital Gustavo Fricke, donde el doctor Carlos Bustos desarrolla parte de su quehacer médico, al igual que otros establecimientos públicos de salud, algunas veces enfrenta períodos difíciles, problema frente al cual también quiso aplicar su propio sistema educativo, con el fin de aminorar los reclamos de los pacientes por las demoras en las salas de espera. “En las clínicas privadas norteamericanas pasa lo mismo que en nuestros hospitales públicos. La gente que va a consultar por un cuadro a la unidad de emergencia, se molesta otra persona que llegó después la atienden primero. Entonces, los que más reclaman son los que no saben el motivo de esta decisión, lo que resulta muy comprensible. Sin embargo, cuando se le explica que la atención no es por orden de llegada, sino que por orden de gravedad, el número de reclamos disminuye en forma considerable”, indica el especialista.

Considerando dichos antecedentes, el doctor Bustos pensó en hacer videos educativos e informativos sobre el funcionamiento de la unidad de emergencia del Hospital Gustavo Fricke, para que los pacientes entendieran la situación cuando se produce una sobre demanda de los servicios de este centro asistencial.

La idea es “hacer una marquesina, como la que poseen algunos bancos, con mensajes corporativos o noticias. Las leyendas, obviamente, serían diferentes, como por ejemplo ‘La Unidad de Emergencia informa a ustedes que la atención se realiza por estricto criterio de gravedad y no necesariamente por orden de llegada’, o bien, ‘Si usted viene por un resfrío, le recomendamos que concurra a su consultorio más cercano, pues la atención de este hospital podría demorar’. El objetivo es que la gente entienda cómo funciona el sistema y cuándo debe ir al hospital o consultorio”, agrega.

Entre cada mensaje, el doctor Bustos incorporará videos educativos sobre variados temas, como seguridad en el tránsito, violencia intrafamiliar, riesgo de sobrepeso, tabaquismo, manejo de accidentes y riesgos en el hogar. “Varios de estos videos estaban hechos por el Ministerio de Salud, pero hay otros que los vamos a realizar nosotros. Estudiantes de medicina y de enfermería de las universidades de Valparaíso y del Mar serán los actores de este proyecto que pretende utilizar un lenguaje didáctico y coloquial”.

También ha pensado poner médicos-actores dentro del público en espera, para medir la respuesta de los pacientes. De hecho, él mismo lo hace. “Me saco mi delantal y me voy a sentar a la sala de espera con mi grabadora para escuchar las quejas, cómo reclaman y por qué lo hacen, para poder explicar qué pasa en las situaciones que a ellos les molestan”, cuenta.

El doctor Bustos piensa que es posible lograr cambios positivos en la salud pública y evitar muchas enfermedades a través de la educación. A su juicio, la medicina primaria es la única que puede lograr mejoras en el futuro sanitario del país y, por ello, le preocupa que no exista un gran interés en esta área de la medicina. “Distinto es el caso de Estados Unidos y otros países donde el médico general es el rey y es el que decide si el paciente va a ser derivado a un especialista, cuando esto es oportuno y necesario”.

Este médico, que tiene como hobby la computación, el video, las animaciones y, sobre todo, la comunicación, busca educar y orientar a la población. “Queremos disminuir la insatisfacción del usuario que se queja por las carencias de comodidad. Nosotros no tenemos espacio suficiente, ni capacidad para atenderlos a todos a la vez y si eso no se explica, los usuarios no lo van a saber y, seguramente, se van a molestar. Por eso tenemos que explicarlo con un mensaje bien elaborado”.

El proyecto, que ya se encuentra en marcha, cuenta con la aprobación de la doctora Adriana Lobos, jefa de la Unidad de Emergencia del Hospital Gustavo Fricke, y ya lo han solicitado otros centros asistenciales del país, según cuenta muy satisfecho el doctor Bustos.