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08 Agosto 2011

Apetito compulsivo, enemigo de las dietas

Un estudio publicado en la revista científica Cell Metabolism, asegura que la razón de por qué es tan difícil seguir las dietas para perder de peso se explica por la autofagia, proceso celular descubierto en neuronas del hipotálamo que induce la sensación de hambre en el cerebro. Los hallazgos son alentadores, ya que sugieren que los tratamientos dirigidos a bloquear la autofagia de estas células podrían ser útiles como arma para combatir la obesidad.

Griegos y romanos sentaron las bases de lo que actualmente conocemos como dieta mediterránea, con la tradicional trilogía que se basa en pan, aceite y vino. De hecho, para Homero ser comedor de pan era sinónimo de masculinidad. Más tarde estos elementos continuaron expandiéndose con el cristianismo, donde el pan y vino eran alimentos fundamentales, y luego la relación con los pueblos germanos incorporó la carne a la nutrición.

Si bien estos alimentos continúan presentes hasta el día de hoy en nuestra cultura, se ha experimentado un cambio sustancial en los hábitos de alimentación. La industrialización de productos alimentarios ha aumentado significativamente, gracias también a las grandes cadenas de distribución. Esto facilita que sea mayor el número de personas que pueden disfrutar de más alimentos, pero no de mejor calidad.

En consecuencia, las cifras de sobre peso y obesidad están en creciente aumento hasta el punto de que ya es denominada la auténtica pandemia del siglo XXI. En Chile, la obesidad es uno de los principales problemas de salud pública, existiendo más de 200 mil obesos mórbidos que tienen indicación quirúrgica obligatoria. Además, en 2007 la revista Forbes ubicó a Chile como el segundo país con más obesidad de Latinoamérica, con un 65,3% de población con sobrepeso. Es decir, más de la mitad de nuestra población tiene trastornos alimenticios, ya sea por malos hábitos de alimentación o por falta de ejercicios.

Para solucionar esta condición, muchas personas recurren a internet o libros de dietas para acceder a un método rápido. No es raro ver titulares como “Las seis dietas más famosas para bajar de peso” ó “Adelgaza rápido y fácil”. Lamentablemente, estas dietas hacen sufrir y sentirse frustrados a quienes se someten a ellas, ya que muchas veces la fuerza de voluntad no es suficiente y el hambre los vence a los pocos días. Esta dificultad para seguir las dietas es una constante que muchos se preguntan por qué sucede, pero, al parecer, un estudio realizado por científicos del Albert Einstein College of Medicine, en Estados Unidos, asegura haber encontrado la clave para explicar por qué es tan difícil seguir una dieta para perder peso.

Este trabajo, publicado en el último número de la revista especializada Cell Metabolism, reveló que cuando una persona no come la suficiente cantidad de alimento, las neuronas que inducen la sensación de hambre en el cerebro comienzan a devorarse a sí mismas en un acto de “autocanibalismo” que intensifica la señal de hambre y hace que se tenga una mayor urgencia por comer.

Según explica el investigador líder del grupo, Rajat Singh, “se trata de un proceso clave para que las células regeneren sus componentes, en una especie de mantenimiento doméstico necesario para regular el apetito". Específicamente, el proceso celular descubierto en neuronas del hipotálamo del cerebro se conoce como autofagia.

Estos hallazgos, realizados en ratones, son relevantes ya que según Singh, sugieren que los tratamientos dirigidos a bloquear la autofagia de estas células podrían ser útiles como arma para combatir la obesidad.


¿Por qué es tan difícil seguir las dietas?

Estos descubrimientos demuestran que lípidos que se encuentran en las denominadas neuronas AgRP se activan tras la autofagia, generando ácidos grasos libres que, después, disparan los niveles de AgRP, una señal de hambre en sí misma.

Cuando se bloquea el proceso de la autofagia en las neuronas AgRP, los niveles de AgRP no se elevan en respuesta al hambre, según han demostrado estos investigadores. Sin embargo, se mantienen elevados los niveles de otra hormona, denominada hormona estimulante de los melanocitos. Esta alteración de la química del organismo hizo que los ratones adelgazaran, porque comían menos tras el ayuno y quemaban más calorías.

De todos modos, es necesario modificar los hábitos de alimentación y no intentar hacer dietas muy estrictas, ya que además de sufrir y no bajar de peso, existen estudios que comprueban los daños que generan en la salud.