Pacientes psiquiátricos y cirugía, fatal combinación
Depresión y ansiedad son dos estados que están muy relacionados y que cada día afectan más a las personas, llegando a ser uno de los principales problemas de salud pública alrededor del mundo. En cifras, la depresión tiene una prevalencia en población general mayor de 15 años entre 7,5% y 10%, siendo el grupo más afectado el que se encuentra entre 20 y 45 años. Esto aqueja especialmente a Chile, ya que es uno de los países con mayor porcentaje de depresión en el mundo, lo que se ve reflejado en el significativo aumento de las tasas de suicidio que hemos alcanzado durante los últimos años.
Según comentó en una entrevista a SAVALnet el psiquiatra de la Universidad de Chile Mario Seguel, existe un dato en el mundo que dice que toda la gente que ha nacido después del año 1950 tiene un mayor riesgo de sufrir trastornos psiquiátricos, especialmente trastornos del ánimo. “Tiene que ver probablemente con los niveles de complejidad de la sociedad, de exigencias que parten muy temprano, de la competitividad en el colegio, luego en el mundo universitario y laboral. También toda la adversidad social juega un rol muy relevante. Yo creo que hay un conjunto de situaciones que han hecho que la vida sea muy compleja y que cada día se hace muy difícil”.
Hay quienes alegan un sobre diagnóstico de depresión, pero para el doctor Seguel la apreciación es muy real. “A mí me asombra cada vez que uno ve a adolecentes con cuadros depresivos que ya han evolucionado por mucho tiempo y que se empiezan a complejizar, porque no han tenido un diagnóstico ni tratamiento oportuno. Y es un problema universal, no sólo en Chile. En Estado Unidos hay aproximadamente un 30% de personas que tiene depresión clínicamente relevante y no se diagnostica. En Chile no sabemos, pero nuestras cifras de pacientes con trastornos depresivos son idénticas a las de los países desarrollados” asegura el especialista.
Y es que este problema no queda aquí. Además de las complicaciones que ya generan los diversos cuadros depresivos, estos podrían causar consecuencias aún peores si la persona con trastornos psiquiátricos desea someterse a una operación. Así lo afirmó un estudio publicado en la revista científica de 'Archives of Surgery', donde se asegura que quienes padecen patología mental tienen más riesgo de morir durante el post-operatorio que los que gozan de una buena salud psíquica.
La investigación, llevada a cabo por un equipo estadounidense de la Universidad Iowa Carver, en Iowa, aclara que este aumento de sus probabilidades de fallecer es moderado y afecta fundamentalmente a los aquejados por depresión y ansiedad. En palabras de uno de los principales autores del estudio, Thad Abrams, "existe un vacío en la literatura científica en cuanto a análisis de esta relación, de ahí que nuestro principal objetivo fue estudiar los efectos de la existencia de comorbilidad psiquiátrica en la mortalidad después de una cirugía".
Para llevar esto a cabo los investigadores analizaron los casos de 35.539 pacientes quirúrgicos admitidos en las unidades de cuidados intensivos (UCI) de los hospitales de veteranos de Estados Unidos entre octubre de 2003 y septiembre de 2006. Asimismo, indagaron en si estos enfermos tuvieron antecedentes psiquiátricos los 12 meses previos al ingreso en la UCI.
Resultados de la Investigación
El trastorno mental se identificó en 8.922 de los intervenidos (un 25%). De ellos, un 15% padecía depresión; un 8% estrés postraumático, un 7% ansiedad, el 2% trastorno bipolar y el 1,8% restante, psicosis. "Tuvimos en cuenta además todos los factores que pueden alterar los resultados de mortalidad en los 30 días posteriores a la cirugía como la edad, raza, otras condiciones médicas, la presencia de la ventilación mecánica en el día del ingreso y la recepción de transfusiones de sangre dentro de las 48 horas de llegar al hospital, entre otros aspectos" comentaron los autores.
Es necesario mencionar que las intervenciones más frecuentes realizadas entre los participantes fueron las de tórax, cateterismos, cirugías cardiovasculares, operaciones de cáncer de vejiga, cirugías de riñón o vasculares, entre otras.
En cuanto a las conclusiones, los investigadores declararon que “nuestro estudio tiene dos conclusiones fundamentales. En primer lugar, su gran cantidad de participantes y que la presencia de patología psiquiátrica existente se asoció con un modesto aumento del riesgo de mortalidad a los 30 días de ingreso en UCI quirúrgica. En segundo lugar, el grado de estas asociaciones está influenciada por la patología mental, ya que el riesgo fue mayor entre los afectados de depresión y ansiedad".
Algunas de las posibles explicaciones a este hecho son "que los estudios indican que los pacientes con depresión frecuentemente no siguen los tratamientos farmacológicos para condiciones médicas subyacentes. Por tanto, es posible que al ser tratadas con deficiencia afecten a los cuidados postoperatorios y a sus resultados”, comentaron los investigadores. Si bien el estudio se realizó sólo en varones, sus conclusiones crean la alerta a los cirujanos para que consideren la colaboración del psiquiatra a la hora de intervenir quirúrgicamente a un paciente.
