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09 Febrero 2009

Dermatología y Venereología

Melanoma, a un paso de otro cáncer

Según la Organización Mundial de la Salud, cada año mueren unas 48.000 personas en el mundo a causa del melanoma. Según datos del Departamento de estadística e información de salud del Minsal, Chile también ha presentado un incremento, con una tasa de mortalidad el año 2002 de 1,7 por 100.000 habitantes, siendo mayor en hombres.

El melanoma es un tumor maligno de origen neuroectodérmico, que se desarrolla a partir de melanocitos cutáneos y de células pigmentarias del iris y uvea y cuya incidencia ha aumentado progresivamente en el último siglo. La única forma de curar un melanoma maligno es su detección precoz y un tratamiento quirúrgico idóneo, ya que una vez que llega a un estado avanzado, es altamente resistente a los tratamientos convencionales de radio y quimioterapia.

Recientemente, al estudiar cerca de 23.000 casos de personas tratadas por melanoma, el tipo de cáncer de piel más agresivo, investigadores, principalmente de la Universidad de Queen en Belfast, Reino Unido, encontraron que los pacientes tenían más del doble de posibilidades de desarrollar otro tipo de cáncer o un cáncer de piel menos grave que el resto de la población. El estudio representó un trabajo conjunto realizado por científicos de Irlanda del Norte y Francia, y acaba de ser publicado en la revista British Journal of Cancer.

El melanoma maligno, también conocido como melanoma, es el más grave de los cánceres de piel. En el Reino Unido más de 9.500 personas se les diagnostica y 2000 morirán cada año. La incidencia de tumores de piel no melanoma, que incluye el carcinoma basocelular (CBC) y el carcinoma de células escamosas (CCE), es superior a 76500 en el Reino Unido cada año. Esto de acuerdo a los casos registrados, pero según estimaciones, la cifra podría ser tan alta como 100.000, ya que este tipo de cáncer no siempre es informado.

Los autores analizaron 14.500 casos de CBC, 6405 de CCE y 1839 casos reportados de melanoma entre 1993 y 2002 en el Registro para el Cáncer de Irlanda del Norte. Se siguieron los pacientes que desarrollaron un segundo cáncer primario y se las comparó con la incidencia de cáncer en la población general.

Se encontró que, en comparación con la población general, se duplicaba el peligro de un nuevo cáncer después de sufrir melanoma, y entre un 9 y un 57 por ciento para CBC y CCE, respectivamente. Las personas que habían sido diagnosticadas con cáncer cutáneo no melanoma tenían casi el doble de riesgo de desarrollar melanoma y un mayor riesgo de padecer un cáncer relacionado con el fumar.

Este estudio confirmó que las personas con diagnóstico de cáncer de piel tienen un mayor riesgo futuro de desarrollar otras formas de tumores, especialmente uno de los otros tipos de cáncer de piel o un cáncer relacionado con el tabaco, y para los que tienen melanoma el riesgo se podría duplicar en comparación al resto de la población.

Al especular sobre las posibles explicaciones, se ha señalado que la exposición al sol es un importante factor de peligro en todos los tipos de cáncer de piel, por lo que estos pacientes tienen tal vez una mayor probabilidad de agravar o tener otro. Otra razón podría ser también que un nuevo cáncer de piel tanga más probabilidades de aparecer en los pacientes que ya están en observación después del tratamiento para el cáncer. Igualmente se sugiere una razón relacionada con el tabaco, ya que el tabaquismo predispone al cáncer de piel, así como a otros tipos de neoplasias o porque las personas que fuman pueden ser más propensas a tener estilos de vida poco saludables en general, incluido la excesiva exposición al sol.

Estos valiosos resultados podrían ayudar a los médicos para comunicar con mayor precisión la información de salud a las personas que han sido tratadas de cáncer de piel para poder reducir su riesgo de desarrollar un segundo cáncer. Se reconoce que los estilos de vida como la excesiva exposición a los rayos UV, el tabaquismo, el sobrepeso y el consumo excesivo de alcohol, pueden aumentar la prevalencia del cáncer.

Es importante señalar que alrededor de dos tercios de los melanomas y el 90 por ciento de los cánceres de piel no melanoma provienen de la exposición a los rayos UV. Incluso utilizando una cama solar una vez al mes o más aumenta el riesgo de cáncer de piel en más de la mitad, y su uso antes de los 35 años de edad incrementa la probabilidad de tener melanoma en hasta un 75 por ciento.

Cáncer a la piel: la importancia de prevenir

El auto-examen mensual de la piel ayuda a descubrir manchas, lunares o marcas, que hayan cambiado de tamaño (mayor a 5mm), forma o color, picazón ó cualquier herida que no cicatrice. Principalmente, las personas deben poner atención a la aparición de una lesión nueva o mancha, cambio de color de un lunar, o bien si crece, pica o presenta bordes irregulares. Asimismo, los pacientes mayores deben estar alerta ante manchas rosadas y escamosas que generalmente se exacerban en verano, ya que puede tratarse de una queratosis actínica, lesión pre-maligna.