Los sorprendentes beneficios de las alergias
La reacción alérgica del cuerpo a una materia incluye un aumento en los tipos específicos de células inmunes. Algunas investigaciones han concluido una posible asociación entre las alergias y el riesgo reducido de cáncer, sugiriendo que la respuesta inmune inducida por la alergia también puede inhibir el crecimiento tumoral. El linfoma de no Hodgkin (LNH), un cáncer que comienza en el tejido linfoide que se compone de los ganglios linfáticos, el bazo y otros órganos del sistema inmunitario, es particularmente sensible a los cambios del sistema inmunológico, los estudios realizados previamente divulgan un menor riesgo de este cáncer entre la gente con rinitis alérgica, fiebre del heno o alergias a los alimentos. Sin embargo, varios otros análisis no han encontrado tal asociación.
En un documento presentado en un reciente simposio internacional en Sydney, investigadores han demostrado que los individuos con una de estas enfermedades atópicas tienen hasta un 25 por ciento menos probabilidades de padecer linfoma no Hodgkin. El Simposio InterLymph es co-auspiciado por la Fundación Leucemia, el Instituto del Cáncer de Nueva Gales del Sur, la UNSW y el Centro Nacional de Epidemiología en VIH e Investigación Clínica.
Mientras más enfermedades atópicas sufra un individuo, menos probabilidad de LNH tendrá. Si una persona tiene tres de condiciones asociadas, existirá un 40 por ciento menos posibilidades de NHL. Después de haber tenido asma y la fiebre del heno durante mucho tiempo, también parece ser mayor el beneficio.
El resultado es significativo, dado que la incidencia de LNH en los países desarrollados ha aumentado espectacularmente en los últimos 50 años. Es tres veces más frecuente ahora que en 1950, por lo que es la sexta causa más común de muerte por cáncer en Australia, sin embargo, el origen de la mayoría de los casos sigue sin conocerse.
Para la comunidad médica, este resultado ha sido una sorpresa, ya que las únicas fuentes reconocidas como factores de riesgo para el linfoma no Hodgkin son la deficiencia inmune y ciertas infecciones. Por ejemplo, esto es lo que ocurre en personas con infección incontrolada por VIH, y aquellos que han tenido un trasplante de órgano sólido.
Así que se ha pensado en otras formas de desregulación inmune como las enfermedades atópicas - incluida la rinitis alérgica, el asma y las alergias a los alimentos – que tal vez estén relacionadas al desarrollo del linfoma. Por lo tanto, es intuitivo pensar que estas condiciones aumentan el riesgo, pero de hecho, lo hacen a la inversa.
La investigación encontró que el peligro era menor en el linfoma de células B. Este es la forma más común, sobre un 30% de los LNH en adultos corresponden a este tipo histológico y su edad de presentación media es de 60 años. Si bien los mecanismos biológicos aún no se conocen, los datos reunidos indican que las múltiples condiciones atópicas supeditan la mayor reducción en el riesgo. La investigación de los factores genéticos y ambientales subyacentes de la atopia y su aparente efecto inverso sobre el peligro de LNH ayudará a la comprensión de la complejidad biológica de las vías que pudieran estar implicadas. Cabe señalar que la tasa Internacional del cáncer es de 16,0 por cien mil habitantes y la chilena es de 6,5 por cien mil habitantes.
La investigación implicó el análisis de un conjunto de datos provenientes de 13 estudios que involucraron 13535 casos de linfoma no Hodgkin y 16388 controles, y fue financiada por la Fundación Leucemia de Australia (http://www.leukaemia.org.au/web/index.php).
