Vacunación contra virus del papiloma humano
La inoculación en mujeres adolescentes puede prevenir aproximadamente 70% de los casos de cáncer cervicouterino.
La ciudad de Tarija es uno de los departamentos con más alta incidencia de cáncer cérvico uterino ocupando el primer lugar en el país entre los diferentes tipos de carcinoma. Según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), esta afección es totalmente prevenible y curable cuando se cuenta con métodos para tamizaje en mujeres asintomáticas, junto a un diagnóstico, tratamiento y seguimiento apropiados.
Bajo la misma línea, el Programa Ampliado de Inmunización (PAI) está a cargo de la vacunación contra esta patología que antes de la pandemia por la COVID-19, se suministraba cada año en las unidades educativas de la ciudad y han decidido por retomar la actividad.
La entidad junto con el personal del Hospital Palmarcito optó por salir en brigadas para pesquisar a niñas que no hayan recibido la vacuna en los primeros meses del año. En coordinación con la organización Educación y Futuro lograron en un solo día inocular a ocho menores entre 10 y 12 años.
Todos los días se presentan diagnósticos por cáncer de cuello uterino en Tarija, en 2018, 20 mujeres fallecieron por esta enfermedad. El programa evitará que las siguientes generaciones contraigan el mal.
“Se ha constituido en un problema de salud pública, nosotros lideramos la incidencia de cáncer en Latinoamérica y a nivel mundial nos encontramos en el puesto numero 12, entre cuatro a cinco mujeres mueren por falta de diagnóstico temprano, es por esto la importancia que tiene la prevención y educación en nuestra población”, comenta la presidenta de la Sociedad Boliviana de Cancerología, doctora Lucía Ajilés.
