En cáncer colorrectal:
Pesquisas oportunas amplían opciones de tratamientos
En Bolivia, la tasa estimada es de 9,1 por cada 100.000 habitantes, lo que posiciona al país en una incidencia intermedia en América Latina y el Caribe.
Según el Global Cancer Observatory (Globocan), el cáncer colorrectal es el tercer tipo más frecuente de cáncer que se diagnostica. En 2020, se estima que 1.1 millones de casos correspondieron a cáncer de colon y 732.210 asociados a recto.
De acuerdo con la entidad internacional, en Bolivia la tasa estimada es de 9,1 por cada 100.000 habitantes y, siguiendo la tendencia global, es el tercer tipo de cáncer con incidencia mortal tanto para hombres como para mujeres. “Por eso es muy importante su detección precoz”, explica la doctora Soledad Porcel, gastroenteróloga de Clínica Foianini, en Santa Cruz de la Sierra.
Si bien sus causas aún son desconocidas, la especialista llama a poner atención en factores que pueden aumentar el riesgo de padecerlo.
“Alrededor del 11% de todos los diagnósticos de este tipo de cáncer se registran en personas menores de 50 años, porcentaje que ha ido en aumento en los últimos años y que es motivo de investigación. Asimismo, los hombres tienen un riesgo ligeramente mayor de desarrollarlo en comparación a las mujeres”, explica.
Por otro lado, agrega que quienes padecen alguna enfermedad inflamatoria intestinal pueden desarrollar una inflamación crónica del intestino grueso, lo que aumenta el riesgo.
“Cuando se detecta precozmente hay mayor probabilidad de cura. Esto se debe a mejoras en el tratamiento y a una mayor detección, lo que permite observar cambios colorrectales antes que se vuelvan cancerosos”, señala.
“Diagnosticar a tiempo puede evitar cirugías complejas, diseminación a otros órganos del cuerpo, administración de citostáticos en quimioterapia o radioterapia”.
Según la doctora, existen grupos de investigación que estudian los factores que provocan el cáncer colorrectal, incluidas las formas de prevenirlo. “Aunque no existe una forma comprobada de prevenirla por completo, es posible reducir el riesgo”.
Por último, recalcar que, pese a que las personas que tienen un riesgo promedio deben comenzar con los exámenes de detección a partir de los 50 años, la Sociedad Americana de Oncología recomienda que sea a los 45.
