Logo SAVALnet Logo SAVALnet

https://www.savalnet.bo/mundo-medico/noticias/hipertension-arterial-un-riesgo-silencioso-que-si-se-puede-controlar.html
23 Diciembre 2025

Hipertensión arterial, un riesgo silencioso que sí se puede controlar

Avanza sin dar señales claras, afecta a una parte importante de la población adulta y está detrás de graves complicaciones cardiovasculares. Sin embargo, con detección oportuna y cambios en el estilo de vida, es una condición prevenible y tratable.

La hipertensión arterial continúa posicionándose como uno de los principales problemas de salud pública en la región. Su progresión suele ser lenta y silenciosa, lo que hace que muchas personas convivan con niveles elevados de presión sin saberlo, hasta que aparecen daños en órganos vitales. Aun así, los especialistas coinciden en que se trata de una enfermedad que puede ser detectada a tiempo y controlada de manera efectiva.

"La presión funciona como las cañerías de una casa; cuando es normal, todo fluye, pero si aumenta, se abre espacio por donde no debería", explica la doctora Griselda Vargas, decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Franz Tamayo, al referirse al daño progresivo que la hipertensión genera en el organismo cuando no es tratada.

En Bolivia, la prevalencia de esta condición alcanza cerca del 40% de la población adulta, con una incidencia mayor en personas sobre los 60 años. A nivel regional, la Organización Panamericana de la Salud estima que las enfermedades cardiovasculares están asociadas a cerca de 1,6 millones de muertes cada año, muchas de ellas evitables mediante prevención y control adecuado de factores de riesgo.

Desde el punto de vista clínico, la hipertensión se define como la elevación sostenida de la presión arterial por sobre los valores considerados normales, establecidos en 120/80 mmHg. Incluso antes de llegar a cifras más altas, ya existen señales de advertencia. "Cuando la presión sube de 120 a 139 en la sistólica y de 80 a 89 en la diastólica, ya hablamos de una prehipertensión", advierte Vargas, subrayando la importancia de no minimizar estos rangos intermedios.

Su origen es multifactorial. Influyen el exceso de peso, la falta de actividad física, una alimentación poco equilibrada, el consumo de alcohol y tabaco, así como algunas enfermedades crónicas y ciertos medicamentos. A ello se suma el componente hereditario, que obliga a una vigilancia más estricta. "Si tus padres han tenido hipertensión, tienes que chequear con más frecuencia tus niveles de presión", recalca la especialista.

Uno de los aspectos más complejos de esta patología es que, en la mayoría de los casos, no provoca molestias evidentes. Por esta razón se la conoce como una "enemiga silenciosa". Los síntomas suelen manifestarse cuando la enfermedad ya se encuentra avanzada o cuando ha comenzado a comprometer órganos como el corazón, el cerebro, los riñones o los pulmones. En situaciones extremas, una crisis hipertensiva puede generar microhemorragias cerebrales u otros daños severos con consecuencias potencialmente irreversibles.

El impacto de la hipertensión no tratada es amplio y puede derivar en infartos, insuficiencia cardíaca, accidentes cerebrovasculares, enfermedad renal crónica e incluso pérdida de la visión. Su efecto es particularmente relevante en zonas urbanas y en la población adulta mayor, lo que refuerza la necesidad de fomentar el autocuidado, los controles periódicos y la educación en salud como pilares fundamentales para enfrentar este problema de manera oportuna.

hipertensión arterial, HTA