Hábitos saludables contra la obesidad y síndrome metabólico
El sedentarismo y la alimentación poco saludable son factores claves en la manifestación de estos cuadros.
Las cifras de sobrepeso y obesidad han aumentado significativamente en las últimas décadas y se espera que continúen en aumento. Estas condiciones se asocian a mayor riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades cardiovasculares, problemas musculoesqueléticos y algunos tipos de cáncer, lo que representa una carga para los sistemas de salud.
Es importante fomentar hábitos de vida saludables, promover una alimentación equilibrada y la práctica regular de ejercicio para prevenir y reducir la prevalencia del sobrepeso y la obesidad en la población.
La doctora Danitza Vargas, coordinadora del diplomado en obesidad y síndrome metabólico de la Universidad Franz Tamayo, explica que hay muchos factores que desencadenan este síndrome, con una consecuencia inevitable en la calidad de vida de las personas que lo padecen.
“El principal factor es el estilo de vida sedentario sumado a una dieta poco saludable, el consumo excesivo de alcohol y tabaco y no tener sueño de buena calidad”, puntualiza.
Al respecto, y según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la población ha alcanzado proporciones epidémicas, sobre todo, en la población infantil y adolescente.
En el caso de Bolivia, en 2022 la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), advirtió que el país “está un poquito peor que el resto de América del Sur”, con un 28% de la población con problemas de obesidad.
Por otro lado, el síndrome metabólico se ha tornado en una creciente preocupación debido a su prevalencia y sus implicaciones para la salud a largo plazo.
“Este grupo de afecciones que se presentan al mismo tiempo aumentan el riesgo de sufrir una enfermedad coronaria, un accidente cerebro vascular, diabetes y otros problemas de salud. Las consecuencias de la obesidad y el síndrome metabólico en la calidad de vida de las personas son profundas y multifacéticas”, puntualiza la académica.
Según Vargas, “las enfermedades que incluye el síndrome metabólico pueden ser limitantes para la persona que lo padece, por ejemplo, en la capacidad de movimiento debido al exceso de peso llegando a la dependencia física para realizar actividades cotidianas, entre otros”.
