Hábitos para disminuir los episodios de insomnio
Corresponde a uno de los trastornos del sueño más habituales, dificultando la conciliación y mantención del dormir pudiendo causar la interrupción y la imposibilidad de retomarlo.
La mayor parte de los insomnios son síntomas o parte de otra enfermedad y solo alrededor de un 20% de ellos son primarios, es decir, no son asociados ni dependientes de otra condición médica.
Entre 30 y 50% se asocian a patologías del ánimo o ansiedad, siendo muchas veces el primer síntoma trastornos depresivos. Un manejo inadecuado puede hacer que fracase el tratamiento o aumentar la probabilidad de una recaída.
Afecciones del sueño como el síndrome de piernas inquietas, trastornos de la fase del sueño o apneas del sueño, pueden causarlo, así como patologías que cursan dolor (artritis, fibromialgia) o que interrumpen directamente el sueño (prostatismo, reflujo gastroesofágico).
“El insomnio o mal dormir crónico se asocia a diversas consecuencias físicas y psicológicas, tales como: dificultad de concentración, atención y memoria; mal rendimiento laboral y académico; fatiga, falta de energía, somnolencia, síntomas físicos e irritabilidad; complicaciones con el sistema inmunológico”, explica el doctor Juan Carlos Durán, neurólogo de La Paz.
En cuanto al tratamiento es necesario mantener una buena higiene del sueño, reeducando el reloj biológico para descansar en condiciones apropiadas, manteniendo horarios regulares y creando una rutina. Evitar trabajar hasta tarde y ver televisión, así como también eliminar el consumo de café y vino. Cenar liviano y realizar ejercicio, crear un ambiente cómodo en la habitación sin luces ni ruidos molestos.
El especialista además recomienda dos opciones terapia cognitivo conductual que se basa en cambiar hábitos, acompañado de un psicólogo y tratamientos naturales como el uso de la melatonina, valeriana, pasiflora y tilo.
