Dr. José Miguel Velasco Becerra:
“Toda patología posee un componente neuromuscular”
La Medicina Física y Rehabilitadora tiene como objetivo facilitar, mantener o devolver el mayor grado de capacidad funcional al paciente. La persona vuelve a ser autovalente, al desaparecer el dolor o disminuir a un nivel mínimo.
Esta especialidad médica comprende el diagnóstico, valoración, prevención y tratamiento de pacientes con: procesos discapacitantes, potencialmente invalidantes o en situaciones de déficit en los campos del aparato locomotor y sistemas nervioso, cardiovascular y respiratorio y de alteraciones sensoriales, así como las repercusiones psicológicas.
Una de las condiciones que trata son las enfermedades neuromusculares, que considera un grupo de más de 150 afecciones neurológicas, progresivas y crónicas, en su mayoría de origen genético, que provocan la pérdida de fuerza muscular y la degeneración del conjunto de los músculos y nervios que la controlan.
“La gama de patologías que podemos intervenir es muy amplia desde los 0 años hasta los 99, todas las afecciones pasan por un grado de limitación, desde un resfriado común que posee un componente neuromuscular, hasta el estrés prolongado que presentará alteraciones neuromusculares”, explica el doctor José Miguel Velasco jefe del área médica de rehabilitación del Seguro Social Caja Nacional de salud de Bolivia,
- ¿Cuáles son los principales objetivos y desafíos que contempla la medicina física y rehabilitación?
Es una especialidad relativamente nueva y estamos trabajando para que los colegas de especialidades más antiguas puedan reconocernos y conocer lo que tenemos para ofrecer. Por otro lado, buscamos cambiar el concepto que la gente tiene instaurada respecto a que no son terapias alternativas sino, de primera línea que necesitan una dirección médica para ser efectivas.
La rehabilitación está presente desde que los gobiernos han puesto atención a las personas con discapacidad y a la posibilidad de manejar otras opciones de tratamiento, como, por ejemplo, la terapia de toxina botulínica, plasma enriquecido en plaquetas, ozonoterapia, entre otras.
- ¿Qué tipo de condiciones se pueden tratar desde este abordaje?
Nosotros estamos formados para atender enfermedades neuromusculares y toda patología tiene un grado de componente neuromuscular, desde una polineuropatía diabética, fractura con procesos de hipotrofia muscular, entre otras.
Por ejemplo, podemos realizar un programa para aliviar las limitaciones que pueda tener una mujer que esté en periodo de gestación, si bien no tiene una afección como tal, tiene una condición de salud que puede ser tratada.
- ¿Cuándo un dolor neuromuscular debe ser tratado por un médico físico y rehabilitador?
Somos especialistas de referencia, eso quiere decir que el paciente ya ha pasado por una consulta y tratamiento que no ha sido efectivo. Por ejemplo, una lumbalgia que ha sido vista por un traumatólogo con sus respectivos medicamentos o por el fisioterapeuta el cual ha hecho sus maniobras y no ha resultado.
- ¿Cómo la contingencia sanitaria afectó en la prevalencia de los dolores neuromusculares?
Desde el inicio de la pandemia, hemos observado en los servicios de neurología, reumatología y rehabilitación, que las enfermedades neuromusculares han aumentado en gran porcentaje. Las alteraciones neuromusculares derivadas del COVID-19 se han hecho más prevalentes y se han asociado a enfermedades de base, por ejemplo, una polineuropatía diabética podría verse agudizada después de presentar SARS-CoV-2. Por otro lado, la inoculación ha presentado en pacientes alteraciones neuromusculares y neurológicas especificas que hemos debido abordar.
A nivel Latinoamericano tenemos un manual de atención para pacientes con COVID-19 perteneciente a la Asociación Latinoamericana de Rehabilitación. Sin embargo, las mutaciones del virus han aumentado en gran forma.
- ¿Cuáles son las alternativas de tratamiento que se han implementado para el dolor?
Se ha avanzado bastante. Actualmente existen neuromoduladores que ayudan a combatir estos estados de salud, opciones dentro de la rehabilitación como láser, cámaras hiperbáricas y métodos de control un poco más antiguos pero que se están reactualizando, como, la punción de aguja seca y terapia neural, que consiste en inyectar anestésico local mediante una aguja en puntos determinados, para relajar músculos, distender tendones, y calmar el dolor regional.
Finalmente tenemos otros procedimientos como la toxina botulínica, aplicación de ozonoterapia y plasma enriquecido en plaquetas.
Por Camila Gutiérrez P.
