Dr. Iván Chávez Mostajo:
“Se deben considerar las interacciones medicamentosas en la tercera edad”
La polifarmacia tiene efectos significativos. De ahí la importancia de reconocer sus factores de riesgo y que los especialistas eduquen respecto a su consumo.
El uso de múltiples medicamentos se ha convertido en un tema de preocupación en el ámbito de la salud. A medida que las personas envejecen, es común que presenten diversas condiciones médicas y requieran diferentes terapias para tratar sus enfermedades.
Sin embargo, su uso excesivo plantea ciertos riesgos debido a la posibilidad de interacciones medicamentosas, efectos secundarios y complicaciones adicionales.
El doctor Iván Chávez, miembro de la Sociedad Boliviana de Geriatría, señala que es importante abordar esta problemática dado que el aumento en la polifarmacia puede llevar a un mayor deterioro de la salud y un incremento en los costos de atención médica.
"La polifarmacia mal indicada puede afectar el proceso salud- enfermedad y conducir a hospitalizaciones, reingresos post alta e, incluso, la muerte", señala.
- ¿Qué se entiende por polifarmacia?
La OMS señala que este concepto existe al consumir tres o más medicamentos. Pero ese número es muy poco para un anciano. Por lo tanto, los criterios actuales hablan de cinco o más para referirse a ella y, en los casos que superan los diez, se trata de una de carácter severa.
De todos modos, es importante no satanizarla, a veces sí es necesaria, sobre todo en pacientes complejos. Lo importante es que la receta sea bien prescrita y con la indicación precisa. De esta forma podemos asegurar que la persona tenga un buen tratamiento y evolución.
- ¿Cuáles son las principales preocupaciones relacionadas?
Son las reacciones adversas que puede sufrir una persona al tomar ciertos medicamentos. Si bien pueden ser fármacos indicados, hay muchos errores en cuanto a exceso de dosis, intervalos inadecuados o terapias que no debieran recibir, considerando la edad o deterioro de ciertos órganos.
En ese sentido, debe existir consideración respecto a la farmacocinética, que es el cómo la droga se absorbe, distribuye y excreta, considerando que estas fases pueden sufrir ciertas alteraciones debido al envejecimiento.
Por ejemplo, las tabletas no se absorben de la misma forma en un paciente geriátrico que en uno joven. Esto tiene directa relación en que, fisiológicamente hablando, las personas de mayor edad tienen menos ácido en el estómago, lo que hace que ciertos medicamentos se absorban más y otros menos.
El deterioro o envejecimiento fisiológico del hígado, por ejemplo, hace que los procesos del metabolismo hepáticos -principalmente la oxidación- sean reducidos. Por lo tanto, los medicamentos no se activan de la forma adecuada, pudiendo generar casos de hepatotoxicidad.
Estos fenómenos son los más estudiados, pero, finalmente, es la idiosincrasia del paciente la que hace que un evento adverso pueda o no ocurrir.
Los médicos debemos analizar siempre todas las aristas y posibles consecuencias a la hora de prescribir, solo así se podrán evitar eventos indeseados.
- ¿Qué criterios permiten determinar que una prescripción sea peligrosa?
Contamos con los criterios de Beers, propios de la escuela americana y que tienen como propósito mejorar la selección de fármacos, reducir los efectos adversos y proporcionar una herramienta para evaluar costos, patrones y calidad de la atención de las medicinas indicadas en personas de 65 años o mayores.
También de los europeos STOPP (Screening Tool of Older Person's Prescriptions) y START (Screening Tool to Alert doctors to Right i.e. appropriate, indicated Treatment) que no solo alerta la prescripción inadecuada, sino también por su falta.
- ¿Cómo se aplican estos criterios en Bolivia?
La verdad que no están muy generalizados y, por lo mismo, necesitamos más gerontocultura y formación para poder utilizarlas de mejor manera. Pues es algo que en nuestro medio no se hace de la misma forma a como lo abordan en Europa.
- ¿Hay conciencia de asistir a la consulta previo a medicarse?
Como médicos debemos entender las particularidades sociales y culturales de cada persona, en el sentido de que algunas tienden a tratar sus dolencias yendo directamente a la farmacia, sin necesariamente pasar por la consulta. Lo mismo ocurre con las herbolarias, que no quitan el hecho de que se puedan provocar reacciones entre medicamentos, plantas y productos naturales.
La valoración geriátrica integral es el instrumento clave a la hora de abordar a un adulto mayor. Y esto es importante porque nos permite entender el nivel cognitivo de la persona. Esto es sumamente importante, porque, por lo general, estos pacientes van sufriendo deterioro y adquieren algún grado de demencia, lo que puede afectar negativamente en el manejo de los fárcamos y el afronte de sus patologías. Me refiero a olvidos y dosis duplicadas, o cuando existen problemas visuales que dificultan leer las recetas.
Por María Ignacia Meyerholz
