Dr. José Copa Lobaton:
“La inmunoterapia tiene efectos extraordinarios sobre el cáncer de colon”
A pesar de su alta prevalencia en Bolivia, este tipo de tumor, a diferencia de otros, cuenta con tratamientos terapéuticos que pueden llegar a tener éxito total.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) el cáncer es una de las principales causas de muerte en el mundo. Las cinco formas oncológicas que causan mayor número de decesos son el pulmonar, hepático, colorrectal, gástrico y de mama. No obstante, entre el 30% y 50% puede prevenirse mediante el control de sus factores de riesgo y por medio de estrategias tempranas de detección.
El cirujano oncólogo del Hospital San Juan de Dios de la ciudad de Santa Cruz, José Copa Lobaton comenta que “la detección precoz garantiza al paciente una mayor probabilidad de cura, cercana a 85%”. Además, el docente de medicina de la Universidad de Aquino Bolivia explica que “la realización oportuna de la colonoscopia en personas sobre los 40 años junto con la revisión de un especialista, sin duda ayuda en el cometido de su prevención”.
- ¿Cuál es la prevalencia del cáncer de colon en el país?
Según los datos de The Global Cancer Observatory 2020 de la OMS, la incidencia es del 3%, es decir, que casi 10 personas por cada 100.00 habitantes fueron diagnosticadas con esta enfermedad y que el 3,5% de ellas fallecieron por esta causa.
- Según cifras de la misma entidad, esta condición debutó como la segunda más frecuente en ambos sexos en varios países de Latinoamérica. ¿A qué se podría atribuir?
Existen múltiples factores asociados a su aparición, nombraré los más importantes. La detección de alteraciones genéticas asociadas con síndromes de cáncer colorectal hereditario, se ha elevado. En los países en desarrollo, la tendencia se ha incrementado, considerando que hace algunos años era menor, en comparación con los países desarrollados.
Por otro lado, un metaanálisis de 20 estudios demuestra que los factores de riesgo significativos para el cáncer colorectal de aparición temprana incluían, en orden de frecuencia, antecedentes de la afección en un familiar de primer grado, la hiperlipidemia, obesidad y consumo de alcohol para bebedores en comparación con no bebedores.
Varios otros elementos de riesgo potenciales, como por ejemplo afecciones crónicas, la hipertensión arterial, síndrome metabólico, colitis ulcerosa, enfermedad renal crónica, patrones dietéticos poco saludables, comportamiento sedentario y exposición ocupacional a polvos orgánicos solo se han examinado en algunos estudios.
- Investigaciones epidemiológicas señalan que la práctica de deporte previene entre un 30 y 50 por ciento la aparición de tumores cancerígenos…
Varias revisiones sistemáticas han concluido que la actividad física regular, ya sea en el trabajo o en el tiempo de ocio, protege contra el cáncer de colon. En otro metanálisis de 21 estudios, se observó una disminución significativa de hasta 27 % en el riesgo de cáncer de colon proximal, al comparar personas que realizan mayor actividad física contra los menos activos. Además de una reducción del 26% para el cáncer de colon distal.
Si bien no se ha podido establecer el mecanismo subyacente a la aparente protección de la actividad física, este ayudaría en el mejor control de las enfermedades crónicas que se asocian a su aparición.
- ¿Qué avances significativos se han producido?
Algunos estudios demuestran que la inmunoterapia podría tener efectos extraordinarios contra el cáncer de colon y se puede utilizar para tratar personas en estado avanzado.
Por otro lado, el uso del medicamento dostarlimab en un estudio sobre cáncer rectal con un pequeño grupo de 12 personas durante seis meses, dio como resultado que la enfermedad desapareció en todos los pacientes y fue indetectable mediante exámenes físicos, colonoscopia, escaneos PET y resonancias magnéticas. Esperamos en un futuro próximo tener más ensayos clínicos finales para una mejor perspectiva de este fármaco.
- ¿La pandemia por la COVID-19 ha influido en su detección?
Definitivamente, los periodos de confinamiento perjudicaron a los pacientes oncológicos, puesto que muchos de ellos tuvieron que posponer la consulta, ocasionando retraso en el diagnóstico, y con ello, la detección de casos se realizó en etapas más avanzadas, lo que influyó desfavorablemente en el pronóstico del paciente.
Por Camila Gutiérrez P.
