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29 Mayo 2023

Dr. Gustavo Aguirre Urquizo:

“Examinar la retina del prematuro en la sala de parto sería beneficioso”

La retinopatía no se asocia a signos ni síntomas, por lo que puede pasar, muchas veces, desapercibida. Si bien existen casos leves, otros pueden causar cicatrización y desprendimiento de retina, provocando ceguera irreversible. 

La ciencia ha demostrado que las primeras horas son cruciales en la vida de un ser humano. En el caso de un prematuro, aún más.

Inmediatamente después de nacer, el neonatólogo hace una evaluación general y posteriormente un examen físico para corroborar las condiciones de salud, esto se efectúa en la sala de parto y en presencia de los padres. 

Sin embargo, debido a su carácter imperceptible a primera vista, la retinopatía del prematuro pasa a un segundo plano. Es decir, sin un diagnóstico inmediato y, por ende, oportuno.

Así lo explica el doctor Gustavo Aguirre Urquizo, especialista en oftalmología de la Clínica de Ojos Dr. Aguirre Pérez, quien se refirió a esta patología comentando sus causas, posibles complicaciones y métodos de abordaje que, a su parecer, debiesen implementarse para evitar que esta condición terminen con ceguera.

- Doctor, ¿qué es la retinopatía del prematuro?

Se trata de la patología producida por la existencia de una retina inmadura que solo ha sido parcialmente vascularizada. Esta falta de venas y arterias hace que proliferen vasos anormales que pueden fraccionar la retina y ocasionar desprendimiento de ella y, por ende, ceguera irreversible.

 - ¿Se puede evitar?

Estamos hablando de la principal causa de ceguera en el mundo y eso nos preocupa. Sin embargo, sí es evitable. Para ello, en el caso de los prematuros, lo ideal sería que en la sala de parto o en neonatología se realizara siempre un examen exhaustivo de la retina y, en caso de que se detecten anomalías, derivar de manera inmediata para intervenir con un tratamiento adecuado que incluya láser o medicamentos antiangiogénicos.

Desgraciadamente, en muchos países las estructuras de las salas neonatológicas son deficientes, sumado a la falta de profesionales y protocolos. Eso nos duele, pero hacemos todo lo posible para tratar a estos niños de manera oportuna y evitar la ceguera.

- ¿Qué problemáticas se asocian a la carencia de control médico?

Es algo fundamental que debemos dejar claro a todas las madres y padres. El seguimiento que se les hace a sus bebés no es corto, sino que acompaña al paciente durante sus primeros años de vida. Esto permite que la afección se mantenga, digamos controlada y, de paso, ayuda a que el niño se inserte de mejor manera en la sociedad.

Habiendo dicho los rasgos positivos, hay que ser enfático mencionar que, si no existe un adecuado control y seguimiento, la retina efectivamente se puede desprender y, en esos casos, ya no hay vuelta atrás.

- ¿Qué rol juegan los servicios de neonatología en su oportuna detección?

Es muy importante que trabajen bajo un protocolo establecido y diseñado por expertos, que brinde el espacio para que estos recién nacidos puedan ser revisados y tengan la oportunidad de tener un tratamiento en caso de requerirlo.

El problema es que se necesita realizar un examen especial de fondo de ojo y, muchas veces, esta enfermedad pasa desapercibida porque, aparentemente, los ojos están completamente normales.

Otra opción es tomar fotografías para enviarlas a centros especializados. Pero, dándose el tiempo para efectuar un fondo de ojo, ya podemos hacer cambios importantes y tomar acciones en momentos determinantes.

Ahora, independientemente de esto, algo fundamental en la materia es el cuidado básico de la mujer embarazada. En el sentido de hacer todo lo que esté al alcance del especialista para evitar el parto prematuro. En realidad, esa debiese ser nuestra lucha respecto a esta afección.

- Por último. ¿Cuáles son los desafíos que tiene Bolivia al respecto?

Creo que no estamos tan lejos en cuanto a pesquisa, abordaje y terapias en relación con otros países. Lo que sí necesitamos, en primer lugar, es mayor aporte en salud pública de parte del gobierno.

Ojalá hubiese más interés y mayor iniciativa para financiar ciertos proyectos y programas que son muy importantes para la salud ocular. En ese aspecto se hace muy poco y falta compromiso.

Lo ideal sería que pudiéramos recibir a niños en nuestra consulta y atenderlos, sin ningún tipo de problemas, mediante herramientas que integren un tratamiento adecuado y oportuno. Por ahí va el desafío.

Por María Ignacia Meyerholz L.