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https://www.savalnet.bo/mundo-medico/entrevistas/en-los-proximos-anos-esperamos-cambios-rotundos-en-el-manejo-de-la-diabetes.html
09 Agosto 2021

Dra. Lucía Lijeron Eguez:

“En los próximos años esperamos cambios rotundos en el manejo de la diabetes”

El diseño de nuevos fármacos y el desarrollo de tecnologías permitirán a corto plazo la independencia y autonomía de los pacientes, y en consecuencia, sus niveles de bienestar.

La obesidad y la diabetes tipo 2 son enfermedades que reducen sustancialmente la esperanza de vida, disminuir la calidad de vida y aumentar los costes sanitarios. La incidencia de ambas condiciones sigue aumentando en proporciones epidémicas. Además, los individuos diagnosticados con estos padecimientos tienen mayor probabilidad de desarrollar otras patologías y presentar complicaciones graves.

La pérdida de peso es un objetivo importante para las personas afectadas por el sobrepeso u obesidad, en particular aquellas con diabetes tipo 2. Una reducción moderada y sostenida (del cinco al 10 por ciento del peso corporal) puede mejorar la acción de la insulina, disminuir las concentraciones de glucosa en ayunas y reducir la necesidad de algunos medicamentos. Un programa de modificación de la dieta y ejercicios puede tratar con éxito la obesidad, aunque la farmacoterapia es necesaria en la mayoría de los casos.

La doctora Lucía Lijeron, endocrinóloga, presidenta de La Sociedad Boliviana de Endocrinología y Metabolismo, comenta el escenario y cuidados de salud que debe considerar el paciente diabético, además de destacar los progresos que se han realizado en este campo.

- Doctora, ¿por qué la alta prevalencia de personas diabéticas con obesidad? 

Las estadísticas señalan que 75% de esta población han padecido o presentan obesidad. Estudios recientes indican que la ingesta excesiva de alimentos promueve la alteración en el tamaño y número de células adiposas, provocando inflamación en el organismo y en la secreción de moléculas que agravan este estado, obstruyendo así el mecanismo de la glucosa. En este contexto, la grasa abundante se transforma en ácidos grasos y triglicéridos, depositándose en sitios ectópicos como el hígado, músculo y páncreas. Esto conduce a una serie de disfunciones en cada uno de los órganos e incita la aparición de cambios metabólicos como insulino resistencia, diabetes y enfermedades cardiovasculares.

- ¿Cuáles son las recomendaciones nutricionales en estos casos?

Lo fundamental es llevar una alimentación balanceada además de modificar los cambios conductuales y emocionales, que muchas veces no se tienen en cuenta a la hora de abordar a estos pacientes. En lo que se refiere al plan nutricional, ideal llevar una dieta hipocalórica equilibrada, basada en frutas, verduras, granos y alimentos no procesados, como es la dieta mediterránea que, para estos casos, sería la que tiene mayor impacto. Con esto deberíamos apostar a reducir un 10% del peso corporal logrando mejoras metabólicas y disminuyendo el riesgo cardiovascular, aunque con una reducción del 5% ya se evidencian beneficios.

- ¿Cómo ha observado la adherencia al tratamiento durante la pandemia?

En general ha sido complicado, principalmente por las restricciones que se han implementado y que han hecho que los pacientes se adapten a nuevas condiciones, por ejemplo, no poder acceder de forma rutinaria a sus controles y medicamentos. Además, desde el punto de vista emocional, ha sido un golpe duro para todos, gestionar y lidiar con estos sentimientos ha creado una serie de crisis de pánico, angustia o depresión. Hemos tenido que acudir a la telemedicina para poder ayudar y guiarlos, sin embargo, no todos tienen acceso, por lo que ha sido duro.

- Y respecto a los factores de riesgo que se deben tener en cuenta y cómo controlarlos...

La probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2 depende de una combinación entre los genes, medio ambiente y estilo de vida, aunque hay elementos que no se pueden cambiar, como los antecedentes familiares, edad u origen étnico. Dentro de estos lideran el sobrepeso u obesidad, tener más de 45 años, historial familiar, presión arterial alta, bajo colesterol HDL, sedentarismo, depresión, antecedentes de enfermedades del corazón o accidentes cardiovasculares, nivel alto de triglicéridos y síndrome de ovario poliquístico, entre otros. Sin embargo, al adoptar un estilo de vida saludable en cuanto a alimentación y actividad física, contribuye notoriamente a mejorar nuestra condición. Por último, no se debe olvidar que la salud emocional también es un componente de este sistema, por lo que no se debe obviar. 

- ¿Qué avances podría destacar en el último tiempo? 

El adelanto de la medicina, la nanotecnología e ingeniería genética, vislumbran cambios a mediano y largo plazo para las personas con diabetes esto, principalmente relacionado con el tratamiento, la detección temprana y control de la enfermedad. Por otro lado, han surgido fármacos para la diabetes como los SGLT2, GLP-1 que tienen bastantes beneficios como el control de la glucemia, peso y complicaciones cardiovasculares y renales. En la actualidad se están proponiendo insulinas inteligentes, con distintos perfiles y duración de acción; haciendo mucho más llevadero el tratamiento. Asimismo, el uso de la tecnología propicia independencia y autonomía al paciente.

- Tal vez se pueda erradicar algún día...

Existen avances que apuntan a eso, pero se necesita más tiempo. Se piensa que en pocos años habrá cambios rotundos en su manejo. Hay otros proyectos como la mejora de las técnicas de trasplante pancreático/células madre con bioingeniería y la administración de fármacos para la diabetes tipo 2 con dispositivos de larga duración implantables. Es un nuevo panorama que esperamos ver en unos años.

- ¿Qué dificultades puede tener el organismo al no controlarla?

Esta afección presenta complicaciones agudas y crónicas, cada una de estas genera un desafío para el médico. Con la pandemia hemos visto a pacientes con la primera complejidad, pero de forma grave, como la cetoacidosis e hipoglucemias. En la segunda complejidad, sabemos que se produce un daño endotelial generalizado que compromete la vista, riñón y corazón de manera silenciosa y desde etapas muy tempranas. Las alteraciones vasculares podrían originar amputaciones, como mayor incidencia de accidentes vasculares cerebrales y muerte por enfermedad coronaria.

- ¿De qué manera se enfrenta con mayor efectividad? 

El tratamiento conlleva múltiples terapias, lo importante es crear una estrategia que se adapte a cada necesidad. Es como hacer un traje a medida, tenemos varias alternativas, pero debemos saber elegir la adecuada en ese momento. Creo que es la única forma de tener éxito. 

- ¿Es la cirugía bariátrica una solución?

Está pensada como una alternativa más, la cual debemos contemplar en determinadas circunstancias. Sabemos que la cirugía metabólica que puede causar remisión de la diabetes en algunos pacientes, pero esto no es definitivo, ya que entre los cinco a siete años vemos las recidivas tanto de peso como de la enfermedad.

- ¿Algún mensaje respecto a la importancia del control y adherencia terapéutica en este periodo de pandemia?

Claro, mantener un control regular con el médico, tomar los medicamentos y asegurarse de tener cantidad suficiente, junto con controlar el azúcar. No olvidar que en el tratamiento para la infección por el SARS-CoV- 2 se utilizan drogas como los corticoides, que pueden provocar un alza excesiva en el azúcar y desencadenar complicaciones agudas.

Por María Ignacia Meyerholz