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Según datos de la Organización Mundial de la Salud a nivel global, se estima que existen al menos 2.200 millones de personas con deterioro de la visión cercana o distante. Sin embargo, la mitad de los casos podrían haber sido evitados o aún no reciben tratamiento.

La retina es la capa más interna del ojo la cual convierte los rayos de luz en impulsos eléctricos que viajan a través del nervio óptico hacia el cerebro transmitiendo las imágenes. Dentro de ella se encuentra el humor vítreo, estructura compuesta principalmente por agua proporcionando soporte y vitalidad.

La miopía y traumatismos severos del globo ocular, antecedentes familiares, retinopatía diabética o complicación en cirugía de catarata son factores predisponentes para producir desgarro y por consiguiente desprendimiento de la retina.

Un experto en esta materia es el doctor Carlos Arzabe Argandoña, oftalmólogo formado en el Instituto Penido Burnier de Campinas, Brasil y especialista en vítreoretina en Schepens Eye Research Institute Massachusetts Eye and Ear, Boston. Quien ha realizado más de 3.000 cirugías de este delicado campo de la oftalmología. Actualmente trabaja en el Hospital del ojo “Walter Arzabe” de Santa Cruz, Bolivia.

“Ha sido un largo camino, en 1989 cuando me formé como cirujano de vítreo retina tuve la suerte de ser alumno del doctor Charles Schepens, quien es uno de los padres de la retina moderna. Desde ese entonces hasta ahora ha habido cambios en el orden tecnológico y en esa línea debemos ir en conjunto con ella y que no nos supere, ya que el éxito de los tratamientos depende del conocimiento, experiencia y avances que utilice el experto”.

- Doctor, ¿cuáles son las patologías más frecuentes que afectan a la retina y vitreo?

Sin lugar a duda es la diabetes mal controlada y alteraciones genéticas predisponentes a desprendimiento de retina.

- En relación con la última mencionada. ¿Siempre es quirúrgica la solución o existen otras opciones?

Hace casi dos años, comenzamos un trabajo científico realizando cortes de tomografía ocular (OCT) en la retina periférica para poder estudiar mejor estas áreas y lograr identificar el grado de tracción vitrea y estado de la retina las que normalmente son de difícil acceso para estos estudios. Esto nos proporciona la seguridad de tratar o no las lesiones denominadas degeneraciones periféricas de retina. 

Es algo novedoso que genera información de rutina que antes no teníamos, ya que se realizaba a base de estadísticas o aspectos no microscópicos de las lesiones. Con este estudio podemos tratar con láser y prevenir complicaciones como el desprendimiento de retina. 

- ¿Cuánto tarda la recuperación y qué probabilidad existe que se produzca en el otro ojo?

El tiempo de restauración es la misma que cualquier otro corte menor, pero para tener conocimiento del tipo de visión que tendrá es hasta un año después.

La posibilidad es de 1 en cada 10.000 habitantes. Sin embargo, esto aumenta seis veces para quienes padecen miopía, por lo que debe existir un mayor cuidado para quienes tienen predisposición genética.

- La pérdida de la visión es 25 veces más frecuente en pacientes diabéticos. ¿A qué se debe y cómo se previene?

Exacto, generalmente quienes padecen esta afección suelen no decir la verdad, transformándose en principales responsables de las complicaciones, por lo que debemos asegurarnos de que cumplan fielmente con sus controles de glucosa, presión arterial y dislipidemia.

Permítame contarle una anécdota, cuando estaba haciendo mi doctorado de vitreo retina en Boston tuvimos un paciente cercano a los 70 años junto a su hijo de 25, ambos diabéticos. El joven prácticamente ciego y el padre con visión perfecta y la única respuesta a esto es la disciplina.

- ¿Cómo se identifican los daños en un paciente con DM?

Angio OCT es un equipo que revela alteraciones antes que pueda ser diagnosticada clínicamente una retinopatía diabética o hipertensión arterial. Antiguamente se comenzaba el tratamiento cuando ya existía una hemorragia puesto que los vasos sanguíneos capilares son los primero en sufrir alteraciones producto de la misma enfermedad. En relación con lo anterior, tenemos la posibilidad de mostrarle al paciente lo que pudiera suceder si no comienza a tener los cuidados necesarios, siendo esto también muy efectivo.

- Usted es uno de los pioneros en realizar cirugías de cataratas por facofragmentación e incisiones menores de 3 milímetros. ¿De qué manera ha evolucionado?

En ese tiempo, las maquinas eran muy rudimentarias. Recuerdo que en las conferencias internacionales de esa época se decía que para tres cirugías existía una posibilidad de sufrir complicaciones, algo que hoy es impensado, gracias al conocimiento de nuevas técnicas creadas por el propio ser humano.

- Y, por último, la contingencia sanitaria ha impactado su experiencia…

La pandemia nos tomó a todos por sorpresa. Sin embargo, no podíamos dejar de atender a nuestros pacientes, sobre todo a los diabéticos, tuvimos que dejar de lado el ser un súper especialista y comenzar a ser médicos aprendiendo nuevamente de la medicina básica. 

Afortunadamente no hemos tenido baja de personal en todo este tiempo por lo que no dejamos de trabajar, pero siempre protegiendo a todo nuestro equipo. Es por esto por lo que en varios congresos internacionales realizamos presentaciones respecto al uso de la yodopovidona como medida de prevención de contagio en clínicas y quirófanos.

La emergencia sanitaria nos ha dejado como enseñanza que debemos ser precavidos en entregar de manera completa información a los pacientes, junto con esto renovamos prácticamente todo nuestro equipo, logrando que el ambiente este mucho más estéril. Antes dejábamos pasar muchos detalles, como, por ejemplo, usar barbijo de tela. Y en base a lo anterior, creo fielmente que toda esta situación nos ha dado un nuevo mundo y que saldrá una renovada y mejor medicina, siendo un completo beneficio para las generaciones que vienen.

Por Camila Gutiérrez P.