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11 Marzo 2024

Dra. Paulina Gómez Bradford:

“Debemos estar actualizados respecto al abordaje de golpes de calor”

Las temperaturas extremas afectan, en su mayoría, a personas vulnerables, pudiendo desencadenar diversas afecciones.

Con la llegada del verano diversas regiones del país han registrado consecutivas olas de calor, alcanzando temperaturas constantes por sobre los 30°C y con alzas de hasta 38°C que de acuerdo con los pronósticos meteorológicos, será habitual durante los próximos meses.

Existe consenso de que es uno de los principales causantes de estos fenómenos, incluso, según el Plan de Acción Nacional de Cambio Climático 2017-2022, para el período entre 2011 y 2030, los aumentos fluctuarán entre 0.5°C en el sur y 1.5°C en el norte grande y zona altiplánica. Para 2031 y 2050, se mantiene el patrón de calentamiento, pero con valores mayores [1].

Tomando en consideración estas cifras, la doctora Paulina Gómez Bradford, gerente médico corporativo de Bupa Chile, diplomada en gestión de instituciones de salud y formación en salud internacional por la Organización Panamericana de la Salud, participó en el estudio “Cambio Climático y Salud” [2], realizado por Bupa y el Centro de Cambio Global UC, donde se realizó un análisis detallado respecto al comportamiento de las personas frente a temperaturas elevadas.

“Conocemos que existen grupos más vulnerables, como son los adultos mayores, embarazadas y lactantes, así como enfermos crónicos. Sin embargo, los calores extremos pueden provocar daño en cualquiera y a distintas edades, tal como se refleja en nuestro trabajo”.

- ¿Cómo surge la iniciativa de realizar esta investigación?

En 2019 se registró un récord de 13 olas de calor en Santiago de Chile, escenario que podría superarse en 2024. Bajo este contexto, iniciamos una serie de indagaciones consecutivas para entender cómo afectan a la salud de la población.

Habitualmente, estos trabajos se realizan basados en estadísticas de muertes o tomando en consideración el número de ingresos a urgencias, pero no a nivel de atención ambulatoria, y ahí vimos una oportunidad de aprendizaje y herramienta de educación para los equipos de salud.

- ¿A qué resultados llegaron?

Tras analizar casi dos millones de registros de consultas médicas anonimizadas, de más de 78 mil pacientes en un período de 10 años (2012-2022), comprobamos que los eventos de altas temperaturas son un factor de riesgo (FR) que aumenta los efectos de enfermedades de base e inciden en una mayor demanda en los recintos asistenciales.

Identificamos un alza de 23% en los días donde se registraron 35 °C de temperatura máxima, en comparación con días con 25 °C . Por otra parte, las consultas ambulatorias relacionadas a hipertensión o arritmias, se incrementaron hasta en 52%. Y si la sensación térmica aumentaba a 38 °C, las consultas crecían en 98%. 

Estos eventos sí representan un FR, generando descompensaciones en personas con otras afecciones e, incluso, en individuos previamente sanos. Esta información es de utilidad para poder preparar a los establecimientos y a las personas, considerando que este verano podría ser uno de los más calurosos, con temperaturas máximas que oscilarían entre los 37 °C a 39 °C en Santiago y alcanzarían los 42 °C en Chillán y Los Ángeles.

- ¿Qué acciones pueden tomar los centros de salud en base a la evidencia?

Mejorar la capacidad predictiva y desarrollar protocolos de atención. Algo similar a lo que se hace en cada campaña de invierno, es decir, reforzar los servicios de urgencia y la cantidad de consultas.

Por otra parte, educar a todos los profesionales respecto a las recomendaciones que entreguen a sus pacientes, por ejemplo, bajar los diuréticos en caso de que los consuman, aumentar la ingesta de líquido, etc. En el fondo, explicarle que el calor extremo sí es un FR.

Esto puede ser muy grave y es fundamental que el personal esté alineado y actualizado respecto a su abordaje, porque, en estos casos, por ejemplo, la hidratación no puede ofrecerse de una sola vez, tiene que ser de a poco y existen una serie de medidas a considerar. Es importante que reconozcan los síntomas, su etapa y qué hacer frente a ellos.

Recomendamos el libro “Cambio climático para profesionales de la salud” [3], perteneciente a la OPS, donde hay un capítulo para cada especialidad y se explican las consecuencias del calor extremo y su abordaje. Creemos que es una buena guía para todos los involucrados en el área de la atención de salud.

Referencias
[1] Nacional, P. (s/f). Plan de Acción Nacional de Cambio Climático 2017-2022. Gob.cl. https://estrategia-aves.mma.gob.cl/wp-content/uploads/2023/03/MMA-2017-Plan-de-Accion-Nacional-de-Cambio-Climatico-2017-2022.pdf
[2] Resumen Estudio de Cambio Climático y Salud. Centro UC Cambio Global 2022.
[3] Cambio climático para profesionales de la salud: un libro de bolsillo. (2020). Organización Panamericana de la Salud.

Por María Ignacia Meyerholz