Respiración nasal potencia la memoria
Respirar por la nariz pero no por la boca mejora la memoria de reconocimiento olfativa, lo que demuestra su relevancia durante la fase de consolidación de los recuerdos.
En los mamíferos, los ritmos del hipocampo modulados por la respiración están implicados en el andamiaje y transferencia de información entre las redes sensoriales y de memoria. Estas oscilaciones son ocasionadas por la respiración nasal e impulsadas por el bulbo olfativo. Luego viajan a la corteza piriforme donde se propagan río abajo hacia el hipocampo y modulan los procesos neuronales críticos para la formación de la memoria. En los seres humanos, la derivación del flujo de aire nasal a través de la respiración bucal elimina estos ritmos e impactos, así como los procesos de codificación y reconocimiento, reduciendo así el rendimiento de la memoria. Se ha planteado la hipótesis de que se debe observar un comportamiento similar en el proceso de consolidación, la etapa entre la codificación y el reconocimiento, donde se reactiva y fortalece la memoria. Sin embargo, faltan pruebas directas de este efecto en humanos.
En este estudio se probó esta hipótesis examinando el efecto de la respiración en la consolidación de la memoria episódica olfativa. En dos sesiones separadas, participantes masculinos y femeninos codificaron los olores seguidos de una hora de fase de consolidación en reposo, en la que respiraban únicamente por la nariz o la boca. Inmediatamente después de la fase de consolidación, se probó la memoria olfativa.
Los resultados mostraron que la memoria de reconocimiento aumentó significativamente durante la respiración nasal en comparación con la bucal durante la consolidación. Estos resultados proporcionan la primera evidencia de que la respiración impacta directamente en la consolidación de los eventos episódicos, y apoya a la noción de que las funciones cognitivas básicas están moduladas por el ciclo respiratorio.
