The Lancet Infectious Diseases
Reinfecciones por SARS-CoV-2 duplican el riesgo de COVID prolongado en niños
Estos episodios aumentan significativamente la probabilidad de múltiples secuelas, entre ellas miocarditis, cambios en el gusto y olfato y deterioro cognitivo, independientemente del estado vacunal o de la gravedad del cuadro.
El COVID-19 prolongado o las secuelas posagudas de la infección por SARS-CoV-2 (PASC, por sus siglas en inglés) representa un desafío emergente de salud pública, con manifestaciones multisistémicas que pueden persistir semanas o meses tras la infección aguda. Aunque se ha caracterizado su presentación en adultos, los efectos posteriores a reinfecciones por la variante ómicron en la población pediátrica no se han definido completamente.
La investigación RECOVER-EHR, liderada por el Dr. Yong Chen de la Universidad de Pensilvania, EE. UU., tuvo como objetivo evaluar el riesgo de diagnóstico clínico de PASC y de síntomas o condiciones asociadas tras una segunda infección por SARS-CoV-2 durante la era ómicron.
Se realizó un estudio de cohorte retrospectivo multicéntrico con datos de 40 hospitales pediátricos estadounidenses, incluidos en la iniciativa NIH Researching COVID to Enhance Recovery (RECOVER). La muestra abarcó 465.717 menores de 21 años, con infecciones confirmadas entre enero 2022 y octubre 2023. De ellos, 407.300 tuvieron un primer episodio y 58.417 una reinfección separada por al menos 60 días. La edad promedio fue de 8,2 años y el 49,8% eran niñas. Se consideraron factores demográficos, clínicos y de vacunación.
La incidencia de diagnóstico de PASC fue de 903,7 casos por cada millón de personas cada seis meses en primeras infecciones y de 1.883,7 en reinfecciones, lo que representa un riesgo relativo (RR) de 2,08 (IC 95%: 1,68-2,59). Esto significa que los niños y adolescentes reinfectados tuvieron más del doble de probabilidad de desarrollar COVID prolongado en comparación con quienes solo se infectaron una vez.
Las reinfecciones aumentaron significativamente la probabilidad de múltiples secuelas, destacando: miocarditis (RR: 3,60), cambios en el gusto y olfato (RR: 2,83), tromboflebitis y tromboembolismo (RR: 2,28), enfermedad cardíaca (RR: 1,96), lesión renal aguda (RR: 1,90), trastornos hidroelectrolíticos (RR: 1,89), dolor generalizado (RR: 1,70), arritmias (RR: 1,59), alteraciones en las enzimas hepáticas (RR: 1,56), dolor torácico (RR: 1,53), fatiga y malestar general (RR: 1,50), cefalea (RR: 1,46), dolor musculoesquelético (RR: 1,45), dolor abdominal (RR: 1,42), trastornos de salud mental (RR: 1,38), síndrome de taquicardia postural ortostática o disautonomía (POTS) (RR: 1,35), deterioro cognitivo (RR: 1,32), afecciones cutáneas (RR: 1,29), fiebre y escalofríos (RR: 1,29), síntomas respiratorios persistentes (RR: 1,29) y manifestaciones cardiovasculares inespecíficas (RR: 1,15). El riesgo persistió independientemente del estado vacunal o de la gravedad inicial del cuadro.
En resumen, la reinfección por SARS-CoV-2 en niños y adolescentes durante la era ómicron se asocia con un incremento significativo del riesgo de COVID prolongado, asociado a alteraciones en múltiples sistemas orgánicos. Estos hallazgos subrayan la importancia de fortalecer las estrategias de vacunación pediátrica, fomentar la vigilancia clínica posinfección y continuar la investigación longitudinal para identificar subgrupos de alto riesgo y optimizar las intervenciones preventivas y terapéuticas frente a esta condición.
Fuente bibliográfica
Long COVID associated with SARS-CoV-2 reinfection among children and adolescents in the omicron era (RECOVER-EHR): a retrospective cohort study
Zhang B, et al.
https://doi.org/10.1016/S1473-3099(25)00476-1
