Potencial de la liraglutida para tratar la migraña en pacientes con obesidad
El fármaco podría reducir los episodios crónicos o de alta frecuencia, actuando a través de la regulación de la presión intracraneal, independientemente de la pérdida de peso.
La migraña es un trastorno neurológico prevalente que impacta significativamente la calidad de vida de los pacientes. Existe un creciente interés en explorar nuevas estrategias terapéuticas profilácticas, especialmente para aquellos que no responden a los tratamientos convencionales.
Se ha propuesto que la presión intracraneal (PIC) influye en los mecanismos de esta condición. Existe similitud entre la migraña crónica y la hipertensión intracraneal idiopática sin papiledema (HIIWOP), lo que sugiere una conexión patogénica entre ambas condiciones. Los agonistas del receptor del péptido similar al glucagón 1 (GLP-1) han demostrado reducir la PIC.
El Dr. Simone Braca, de la Universidad de Nápoles "Federico II" en Italia, lideró una investigación para evaluar la eficacia y tolerabilidad de la liraglutida como tratamiento complementario en pacientes con obesidad y migraña crónica o de alta frecuencia.
Se realizó un estudio prospectivo, intervencionista y abierto, en el que se reclutaron consecutivamente 31 pacientes con migraña crónica o de alta frecuencia, un índice de masa corporal (IMC) superior a 30 kg/m² y falta de respuesta a al menos dos tratamientos preventivos. Se excluyeron pacientes con papiledema, parálisis del sexto par craneal o tinnitus pulsátil. Se administró liraglutida a una dosis diaria de 1,2 mg, con un seguimiento de 12 semanas. El criterio principal de valoración fue la reducción de los días mensuales con cefalea después de 12 semanas de tratamiento en comparación con el valor inicial.
La frecuencia de migrañas disminuyó significativamente, pasando de 19,8 a 10,7 días después del tratamiento, con una diferencia media de 9,1 días (IC 95%: 5,41-12,84; p<0,001). Además, la puntuación en la escala MIDAS (Migraine Disability Assessment Scale) se redujo de 60,4 a 28,6, con una diferencia media de 31,8 puntos (IC 95%: 23,72-39,82; p<0,001). El IMC sufrió una ligera bajada, de 34 a 33,9 kg/m², aunque este cambio no fue estadísticamente significativo (p=0,060). No se encontró ninguna influencia relevante de la edad, el sexo ni la medicación adicional en la disminución de la frecuencia de las cefaleas. Tampoco se identificó que la reducción del IMC predijera de manera significativa la disminución en el número de episodios (p=0,870).
En conclusión, la liraglutida podría ser una opción efectiva para tratar la migraña crónica o de alta frecuencia en pacientes con obesidad, y este efecto parece ser independiente de la pérdida de peso. Los hallazgos sugieren que una alteración en el control de la presión intracraneal podría desempeñar un papel en la patogénesis de esta condición y representar un nuevo objetivo terapéutico. Sin embargo, son necesarios más estudios para confirmar estos resultados y entender mejor los mecanismos subyacentes.
Fuente bibliográfica
Effectiveness and tolerability of liraglutide as add-on treatment in patients with obesity and high-frequency or chronic migraine: A prospective pilot study
Braca S, et al.
Headache. 2025; 00:1–8
