JAMA
Estrategias clínicas para el cáncer de pulmón en no fumadores
Aproximadamente uno de cada cinco casos ocurre en esta población, que presenta características genómicas y clínicas específicas, y donde el uso de terapias dirigidas ha mejorado significativamente el pronóstico.
El cáncer de pulmón es una causa principal de mortalidad a nivel mundial. Aunque el tabaquismo es un factor de riesgo predominante, una proporción significativa de casos ocurre en individuos no fumadores.
El Dr. Benjamin Solomon, del Departamento de Oncología Médica del Peter MacCallum Cancer Centre en Melbourne, Australia, lideró una revisión integral sobre el cáncer de pulmón en no fumadores con el objetivo de destacar la importancia de considerar este grupo específico en la práctica clínica y actualizar el conocimiento sobre esta enfermedad en una población creciente y diferenciada.
Se realizó una búsqueda exhaustiva en PubMed desde enero de 2005 hasta agosto de 2025, que incluyó metaanálisis, ensayos clínicos aleatorizados, estudios de cohortes prospectivos y retrospectivos, investigaciones transversales, estudios de casos y controles, además de estudios genómicos, moleculares, revisiones narrativas, informes estadísticos y de vigilancia, guías, declaraciones de recomendaciones, registros, bases de datos y estudios preclínicos o experimentales. En total, se seleccionaron 92 estudios por su relevancia para el tema.
Esta patología en no fumadores representa del 15% al 20% de todos los casos a nivel mundial. Histológicamente, la mayoría son adenocarcinomas (60%-80%). Las mutaciones en EGFR y los reordenamientos de ALK son más comunes en tumores de no fumadores comparado con aquellos con historial de tabaquismo (43% frente a 11% para EGFR y 12% frente a 2% para ALK). En contraste, los no fumadores presentan una menor carga de mutación tumoral, es decir, número de mutaciones somáticas en una célula tumoral (0-3 mutaciones/megabase frente a 0-30 mutaciones/megabase).
Al igual que quienes tienen antecedentes de tabaquismo, las personas no fumadoras con la enfermedad pueden experimentar sibilancias, dolor torácico, disnea, hemoptisis o síntomas asociados a enfermedades metastásicas como dolor óseo y cefaleas, o ser diagnosticadas al detectarse la enfermedad de manera incidental.
El diagnóstico en etapas avanzadas es común, con un 62,9% de los pacientes diagnosticados en etapa III o IV. Las terapias dirigidas han demostrado beneficios significativos en estos pacientes, mejorando la supervivencia general en comparación con la quimioterapia. Por ejemplo, el uso de osimertinib en no fumadores con mutaciones EGFR demostró una supervivencia libre de enfermedad a 4 años del 70% en comparación con el 29% en el grupo placebo (HR: 0,23; IC 95%: 0,18-0,30). Además, en pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas avanzado ALK-positivo, la administración de lorlatinib logró una supervivencia libre de progresión a los 5 años del 60% en comparación con el 8% con crizotinib (HR: 0,19; IC 95%: 0,13-0,27), lo que resalta el impacto significativo de estas terapias dirigidas en la mejora de los resultados clínicos en esta población.
En resumen, el cáncer de pulmón en no fumadores es una entidad distinta con características genómicas y clínicas específicas. La identificación de mutaciones accionables y el uso de terapias dirigidas han mejorado significativamente el pronóstico en este grupo. Es fundamental realizar pruebas moleculares exhaustivas en todos los pacientes no fumadores con esta enfermedad para guiar las decisiones de tratamiento. Además, se necesita una mayor concienciación y estrategias de detección temprana específicas para esta población.
Fuente bibliográfica
Lung Cancer in Nonsmoking Individuals: A Review
Murphy C, et al.
DOI: 10.1001/jama.2025.17695