Electroterapias: efectivas contra el dolor crónico
La neuroestimulación eléctrica transcutánea y las corrientes interferenciales benefician a pacientes con dolencia de cuello, pero no confieren ventajas adicionales sobre ejercicios de estabilización.
La neuroestimulación eléctrica transcutánea (TENS, por sus siglas en inglés) es el método de electroterapia más utilizado para producir efecto analgésico en pacientes con dolor agudo o crónico. De acuerdo con la teoría de la compuerta, las fibras nerviosas aferentes a gran escala son estimuladas para bloquear el dolor a nivel de la columna vertebral, y la liberación de endorfinas, la sustancia analgésica natural del cuerpo, se incrementa. Actualmente, la TENS se ha utilizado ampliamente para el tratamiento del dolor de cuello, a pesar de la falta de estudios de buena calidad que apoyen su uso. Las corrientes interferenciales (IFC) son también un método de electroterapia que se utiliza con frecuencia en diversas afecciones. Aunque existen datos de apoyo que muestran efectos positivos de las IFC en diferentes condiciones, los estudios controlados aleatorios (ECA) que muestran la efectividad para interferir con el dolor crónico de cuello (DCC) son muy limitados.
El objetivo de esta investigación fue determinar si la TENS o la IFC aumentan la efectividad de los ejercicios de estabilización del cuello (NSE) sobre la discapacidad, estado de ánimo y calidad de vida para el dolor crónico del cuello (CNP). Para esto se realizó un estudio prospectivo, aleatorizado y controlado. Las electroterapias, como la IFC y la TENS, se han aplicado solas o combinadas con ejercicios para el tratamiento del dolor de cuello, sin embargo, la eficacia de estas combinaciones es incierta.
Un total de 81 pacientes con CNP fue incluido en este estudio. Los individuos fueron asignados aleatoriamente en tres grupos con respecto a la edad y sexo. El primer grupo se sometió a NSE, el segundo grupo a TENS y NSE, y el tercero IFC y NSE. Se evaluaron los niveles de dolor [escala analógica visual (VAS)], los límites del rango de movimiento cervical (ROM), la calidad de vida, el estado de ánimo (inventario de depresión de Beck), los niveles de discapacidad (Índice de Dolor y Discapacidad del Cuello) y la necesidad de analgésicos de todos los pacientes antes del tratamiento, en la sexta y duodécima semana de seguimiento. Las modalidades de fisioterapia se aplicaron durante 15 sesiones en todos los grupos. Todos los participantes hicieron ejercicio en grupo acompañados por un fisioterapeuta durante 3 semanas más otras 3 adicionales de programa de ejercicio en casa.
Los resultados mostraron que de acuerdo con la evaluación intragrupo, el estudio logró su propósito de reducir el dolor, aumentar los ROM, mejorar la discapacidad, calidad de vida, estado de ánimo y reducir el consumo de fármacos en los tres grupos de tratamiento (p < 0,05). Sin embargo, los resultados clínicos a la 6ª y 12ª semana no tuvieron diferencias significativas entre los tres grupos (p > 0,05).
En suma, la neuroestimulación eléctrica transcutánea y las corrientes interferenciales son efectivas en el tratamiento de pacientes con dolor crónico de cuello . Sin embargo, no tienen ningún beneficio adicional o superioridad por sobre de los ejercicios de estabilización del cuello.
