Deficiencia de hierro es prevalente en la insuficiencia cardíaca
Resultados sugieren que el paciente pediátrico con la afección crónica debiese ser examinado para detectar déficit del mineral independientemente de la anemia o el volumen corposcular medio.
La deficiencia de hierro es la carencia de micronutrientes más común en niños a nivel global y continúa siendo prevalente en casi todos los países desarrollados. En la infancia se asocia con efectos adversos, incluyendo anormalidades cognoscitivas y de comportamiento, fatiga, falta de crecimiento, desregulación inmunológica y anemia. Es una comorbilidad común en los niños con enfermedades crónicas como la enfermedad inflamatoria intestinal y la enfermedad renal crónica. Las etiologías de la deficiencia de hierro en estas poblaciones son multifactoriales e incluyen un estado nutricional general desfavorable, una absorción reducida del mineral e inflamación crónica.
Kriti Puri y colaboradores del Departamento de Pediatría del Baylor College of Medicine (Houston, Texas) evaluaron la prevalencia del déficit de hierro y su asociación con los resultados en niños con insuficiencia cardíaca (IC). Para ello realizaron un estudio de cohorte retrospectivo monocéntrico de pacientes con IC de entre 1 y 21 años, desde julio de 2012 a junio de 2017, con evaluaciones de hierro sérico disponibles. Los sujetos fueron analizados en dos grupos: IC sistólica biventricular (BiV) y cardiopatía congénita de un solo ventrículo con IC sistólica (SV). La deficiencia se definió como ≥2 de las siguientes características: hierro sérico <50 μg/dL, ferritina sérica <20 ng/mL, transferrina >300 ng/mL, o saturación de transferrina <15%. El resultado primario fue un evento adverso compuesto (EAC) de implantación de un dispositivo de asistencia ventricular, trasplante de corazón o muerte, a los 3 y 6 meses desde el momento en que se realizaron los exámenes de hierro sérico.
De los 107 sujetos (77 BiV, 30 SV) incluidos en el estudio, el 56% tenía deficiencia del mineral. La demografía, la etiología de la IC y la cronicidad de los síntomas no se asociaron con la deficiencia. En un análisis multivariable, en el grupo BiV, el déficit se relacionó con el EAC a los 3 meses (79% de deficiencia en el grupo de EAC versus 37% de sin EAC, P = 0,001, OR 7, IC del 95% 2-21) y a los 6 meses (76% versus 35%, P = 0,002, OR 7, IC del 95% 2-24). En el grupo SV, la deficiencia se correspondió con el EAC a los seis meses (79% de deficiencia de hierro en EAC versus 29% en la ausencia de EAC, P = 0,014; OR 8; IC del 95%: 2 a 22).
Finalmente, los autores establecieron que la prevalencia de deficiencia de hierro es de 56% en pacientes pediátricos con insuficiencia cardíaca. Además, se determinó que el déficit se asocia con un mayor riesgo de implantación de dispositivos de asistencia ventricular, trasplante de corazón o muerte.
