Anosmia y ageusia, presentaciones clínicas de COVID-19
Este es el primer estudio en identificar tanto las disfunciones olfatorias como gustativas como síntomas significativos de la infección por SARS-CoV-2.
En las últimas semanas, algunos otorrinolaringólogos europeos observaron que muchos infectados por SARS-CoV-2 presentaban graves disfunciones olfativas y gustativas sin rinorrea ni obstrucción nasal. Al principio, no se sospechaba la presencia de COVID-19 en algunos de estos pacientes, porque no tenían fiebre, tos u otras complicaciones sistémicas. Ante los numerosos informes de toda Europa, los Otorrinolaringólogos Jóvenes de la Federación Internacional de Sociedades de Otorrinolaringología (YO-IFOS, por sus siglas en inglés) decidieron llevar a cabo un estudio epidemiológico internacional para caracterizar e investigar la ocurrencia de disfunciones olfativas y gustativas en personas con diagnóstico de COVID-19 confirmado por laboratorio.
Los individuos fueron reclutados en 12 hospitales europeos y se estudiaron los siguientes resultados epidemiológicos y clínicos: edad, sexo, origen étnico, comorbilidades y síntomas generales y otorrinolaringológicos. Los pacientes completaron cuestionarios basados en el componente olfativo y gustativo de la Encuesta Nacional de Examen de la Salud y la Nutrición, y la versión corta del Questionnaire of Olfactory Disorders-Negative Statements (sQOD-NS).
Un total de 417 pacientes con COVID-19 con sintomatología leve a moderada completaron el estudio (263 eran mujeres). Los síntomas generales más frecuentes consistían en tos, mialgia y pérdida de apetito. El dolor facial y la obstrucción nasal fueron los síntomas otolaringológicos más relacionados con la enfermedad. El 85,6% y 88,0% de las personas informó disfunciones olfatorias y gustativas, respectivamente. Hubo una asociación significativa entre ambos trastornos (p < 0,001). La disfunción olfatoria apareció antes que los otros síntomas en el 11,8% de los casos. Las puntuaciones del QO-NS fueron significativamente más bajas en los pacientes con anosmia en comparación con la hiposomia (p = 0,001). Entre el 18,2% de aquellos sin obstrucción nasal o rinorrea, el 79,7% eran hipósmicos o anósmicos. La tasa de recuperación olfativa temprana fue del 44,0%. Finalmente, las mujeres se vieron significativamente más afectadas por las disfunciones olfativas y gustativas que los hombres (p = 0,001).
En suma, este estudio muestra que los trastornos olfativos y gustativos son síntomas prevalentes en los pacientes europeos con COVID-19, que pueden no tener síntomas nasales. Según los autores, la anosmia repentina o ageusia debe ser reconocida por la comunidad científica internacional como síntomas importantes de la infección por SARS-CoV-2.
