Osteoporosis
Menor predomino de osteoporosis en mujeres con mayor nivel educacional
La osteoporosis ha sido recientemente reconocida como un importante problema de salud pública por algunos gobiernos y prestadores de salud. En la Comunidad Europea, el número de hombres y mujeres mayores de 65 años aumenta constantemente y los cambios más dramáticos ocurrirán en los ancianos, en los cuales la incidencia de fractura osteoporótica es la más significativa. A medida que las poblaciones envejezcan, se espera que la morbilidad, la mortalidad y los costes financieros atribuidos a la osteoporosis se eleven. Los costes económicos relacionados con las fracturas osteoporóticas son considerables y aumentarán con más velocidad que las intervenciones preventivas. El máximo de masa ósea se alcanza después de la pubertad y se pierde con una variada gama de "insultos", incluyendo al envejecimiento y a la menopausia. Los factores que influencian este proceso se extienden desde la nutrición hasta la forma de vida, pasando por ciertas enfermedades. El nivel de enseñanza también puede tener un efecto en la densidad mineral del hueso puesto que hay una relación entre niveles de enseñanza y factores reproductivos tales como embarazo y lactancia, y otros factores asociados a los estilos de vida.
En países desarrollados un mayor predominio de muchas enfermedades crónicas se ha relacionado a niveles socioeconómicos más bajos y a personas con menor educación; sin embargo, pocos datos se disponen para la osteoporosis. Puesto que muchos factores de riesgo para el osteoporosis, tales como la dieta, deficiencia de minerales, factores reproductivos, inactividad y tabaquismo, son variables relacionadas con lo social y lo cultural, la influencia del nivel de enseñanza formal en la densidad mineral ósea (DMO), junto con el establecimiento de una relación entre el nivel de enseñanza formal y la DMO en mujeres postmenopáusicas fue la principal preocupación de este estudio realizado por médicos de la Universidad de Dicle (Diyarbakir, Turquía).
Ellos compararon a los pacientes según años de enseñanza convencional (porque puede ser observada como variable compuesta o sustituta para el estado socioeconómico total) y el nivel de educación (años de educación), permitiendo de forma más fácil la comparación entre países. Se incluyeron un total de 569 mujeres postmenopáusicas, de 45 a 86 años de edad (edad promedio de 60.43 +/- 7.19 años). Se separaron a los pacientes en cuatro grupos según el nivel de educación: sin educación (grupo 1 con 209 pacientes), elemental (grupo 2 con 222 pacientes), secundaria (grupo 3 con 79 pacientes) y universitaria (grupo 4 con 59 pacientes).
Según los resultados, las edades promedios de los grupos fueron 59.75 +/- 7.29, 61.42 +/- 7.50, 60.23 +/- 7.49, y 58.72 +/- 7.46, respectivamente. La DMO de la espina dorsal fue significativamente más baja en el grupo 1 en comparación con los otros grupos (p < 0.05). La DMO del trocánter y del triángulo de Ward fue más alta en el grupo 4 y hubo una diferencia significativa entre el grupo 1 y el 4 (p < 0.05). El predominio de la osteoporosis demostró una relación inversa con el nivel de la educación, extendiéndose de un 18.6% para aquellas con mayor nivel educacional hasta el 34.4% para mujeres sin educación (p < 0.05). Además, se observó una considerable correlación entre el nivel de enseñanza y la DMO de la espina (r = 0.20, p < 0.01), DMO del trocánter (r = 0.13, p < 0.01) y del triángulo de Ward (r = 0.14, p < 0.01).
Finalmente, los resultados del estudio sugieren una correlación significativa entre el nivel de enseñanza y la densidad mineral ósea. Las pérdidas de DMO en mujeres con un nivel más bajo de enseñanza tienden a ser relativamente altas, y la caída de la DMO en la espina dorsal y en el fémur es menor con mejores niveles de educación.
Fuente bibliográfica
BMC Fam Pract 2004 Sep 06; 5(1):18-24