Acortamiento telomérico pronostica un accidente cerebrovascular
La acumulación de evidencia sugiere que la longitud de los telómeros es un marcador de envejecimiento biológico del sistema cardiovascular. Lo que no se ha demostrado de manera concluyente, es cómo un accidente cerebrovascular está relacionado con un declive biológico acelerado, medido por la extensión telomérica.
El objetivo de este trabajo (Universidad de Ciencia y Tecnología, en Wuhan, China) fue determinar si la longitud de los telómeros representa un indicador para el desarrollo de derrame cerebral. La longitud relativa se determinó mediante la reacción en cadena de la polimerasa en 1.309 pacientes con accidente cerebrovascular y 1.309 controles, así como 858 individuos con ictus que fueron seguidos de forma prospectiva durante 5 años. Para cada medida, la muestra de estudio fue dividida en cuartiles. Finalmente, se determinaron las asociaciones entre la longitud telomérica y el peligro de accidente cerebrovascular, así como los resultados adversos después del evento.
La longitud del telómero fue significativamente menor en los pacientes con ictus versus los controles. El acortamiento de los telómeros también se ligó directamente con mayor riesgo de ictus en los casos. En comparación con el cuarto cuartil (el más largo), los riesgos [R] (intervalo de confianza del 95% [IC]) de accidente cerebrovascular isquémico fueron los siguientes: tercer cuartil, 1,37 (1,04-1,82); segundo cuartil, 1,53 (1,17 -2,02) y primer cuartil, 2.12 (1.62-2.77). El seguimiento de la cohorte prospectiva igualmente mostró que la menor longitud telomérica está relacionada con mortalidad por cualquier causa, pero no con la recurrencia de accidentes cerebrovasculares.
En conclusión, la menor longitud de los telómeros se asocia con el desarrollo de un accidente cerebrovascular isquémico y representa un estrecho predictor de mortalidad después del ictus.
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