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CAPÍTULO 17 - CUIDADOS PALIATIVOS

Y MANEJO DEL DOLOR

Cuidados paliativos pediátricos

Pamela Silva G.

En todas las sociedades se espera que los niños sobrevivan a sus padres, sin embargo a pesar

de los avances de la pediatría existe mortalidad por diversas patologías. La tasa de mortalidad

anual por enfermedades incurables es de 1 por 10.000 niños entre 1 y 19 años, estos pacientes

son candidatos a recibir cuidados paliativos (CP). Durante muchos años los CP no se ofrecían a

los pacientes pediátricos e incluso actualmente sólo un pequeño porcentaje de niños con

enfermedades incurables se beneficia de éstos, sin embargo, se ha demostrado que los programas

de CP mejoran la calidad de vida del niño y la familia optimizando la utilización de los recursos

disponibles. En Chile existen equipos capacitados en CP en todas las unidades de oncología

pediátrica brindando atención a los pacientes con cáncer sin posibilidad de curación.

Los cuidados paliativos pediátricos (CPP), según la definición de la Organización Mundial

de la Salud (OMS), tienen como objetivo mejorar la calidad de vida de pacientes con

enfermedades potencialmente mortales y de sus familias a través de la prevención y alivio del

sufrimiento identificando tempranamente dolor, problemas físicos, psicosociales o espiritua-

les. Se inician cuando la enfermedad es diagnosticada y continúan independientemente de si la

enfermedad recibe tratamiento curativo directo o no. Requieren un amplio enfoque multidisci-

plinario que incluye a la familia y que hace uso de los recursos disponibles en la comunidad.

Es posible llevarlos a cabo incluso si los recursos son limitados, pueden administrarse en

centros terciarios, centros de salud de la comunidad o en el domicilio de los niños.

Los cuidados paliativos pueden aplicarse en distintas situaciones:

– Situaciones que amenazan la vida para las cuales el tratamiento curativo puede ser viable

pero puede fracasar (cáncer, falla cardíaca, falla renal).

– Enfermedades que requieren largos periodos de tratamiento intensivo dirigido a prolongar

la vida pero donde es posible la muerte prematura (VIH/SIDA, prematuridad extrema).

– Enfermedades progresivas sin opciones curativas (trastornos neuromusculares, metabólicos

progresivos, anomalías cromosómicas).

– Situaciones irreversibles no progresivas con grave discapacidad (trastornos genéticos,

parálisis cerebral grave, prematuridad).

Los CP desafían al equipo médico porque con frecuencia ni en los estudios de las respectivas

carreras ni en la experiencia clínica se adquiere la adecuada preparación para saber pasar de una actitud

curativa a otra de cuidados, con objetivos distintos. En el caso de los CPP se añaden dificultades como

el sufrimiento que acompaña a una muerte prematura, la dificultad para definir el papel del niño/

adolescente y el de los padres en la toma de decisiones y el problema de hablar a un niño o adolescente

sobre su muerte inminente. El equipo de cuidados paliativos debe ser multidisciplinario e incluir

pediatra, enfermera, psicólogo, asistente social, etc., especialistas que deben estar entrenados en CPP.

La atención en CP se puede otorgar en el domicilio del paciente o en el hospital. En general

las familias quieren que el niño esté en su casa, lo que tiene un impacto positivo en la calidad

de vida del niño ya que disminuye la sensación de miedo, aislamiento y desamparo, permite al