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religiosos y médicos, en los cuales aparece como
ritual de salud y de purificación. Los pioneros de
la dieta vegetariana en el siglo XX basan su
opción dietética en la mejora de la salud, la
regeneración de su fuerza y la de sus hijos, y
también en cuestiones de orden espiritual
(4)
.
Por otro lado, la literatura refiere que por lo general
este tipo de dietas proporciona un contenido
de grasas saturadas y colesterol más bajo que
una dieta no vegetariana, y un alto consumo
de fibra dietética y fitoquímicos que promueven
la salud. Así, los vegetarianos suelen tener un
índice de masa corporal menor y los niveles
de lipoproteínas de baja densidad, colesterol y
presión arterial más bajos, con menor muerte por
enfermedad isquémica del corazón, y disminución
de la incidencia de patologías como hipertensión
arterial, derrame cerebral, diabetes Mellitus tipo
2
,
y ciertos tipos de cáncer que los no vegetarianos
hacen
(5)
. Por su parte, los omnívoros tienen
un grupo mucho mayor de factores de riesgo
cardiovasculares, incluyendo índice de masa
corporal, índice cintura/cadera, presión arterial,
colesterol plasmático total, triglicéridos y niveles
de LDL-C y lipoproteínas(a) elevados
(6)
.
Una dieta vegetariana planificada en forma
adecuada, ya sea semi vegetariana, ovo lácteo
vegetariana o vegana (estricta), puede ser
nutricionalmente completa, e incluso promover la
salud y reducir el riesgo de las principales
enfermedades crónicas. Nutrientes en los que se
debe poner atención frente a esta dieta, son la
vitamina B
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, vitamina D,
ω
-
3
, los ácidos grasos,
calcio, hierro y zinc. Se plantea que con el uso
de suplementos y alimentos fortificados se
prevendría la posible carencia de dichos elementos
nutricionales
(7)
. Ahora bien, cuando la dieta no
es adecuada pueden aparecer deficiencias de los
nutrientes previamente nombrados, especialmente
durante el embarazo, lactancia y etapas de
crecimiento y desarrollo, puesto que son
circunstancias en que las necesidades están
aumentadas. Ante un déficit de vitamina A pueden
aparecer lesiones en piel y ojos, o la falta de
vitamina B
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anemia y vitamina C escorbuto.
Una dieta vegetariana en la madre, se reflejará en
una disminución de la concentración plasmática
de vitamina B
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en el lactante, proporcional a la
disminución en la sangre materna. En un estudio
realizado el año
1988
en el Centro Médico de la
Universidad de Cincinnati, se analizó la correlación
entre la excreción urinaria de ácido metilmalónico
(UMMA, ácido orgánico detectado en orina que
sirve para diagnosticar déficit de vitamina B
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)
en lactantes alimentados con leche materna de
madres vegetarianas, y la concentración de
vitamina B
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en suero materno. Luego se midió
el UMMA en lactantes hijos de madres no
vegetarianas, con el fin de establecer una
comparación. Los resultados indicaron que el rango
de UMMA para niños vegetarianos (
3-924
mcg/mg [
2,6-790,9
mymol/mmol] creatinina) fue
mucho más amplio que el de hijos de mujeres
no vegetarianas (
2-25
mcg/mg [
1,7
-
21,4
mymol/
mmol] creatinina). Los niveles de UMMA materna
y la concentración plasmática de vitamina B
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en
ellas, se correlacionaron negativamente (r= -,
700
,
p=
0,003
). Por su parte, los niveles de UMMA de
lactantes hijos de vegetariana se correlacionaron
positivamente con las concentraciones de UMMA
de susmadres (r =
0,686
, p=
0,003
) e inversamente
con la vitamina B
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en el suero materno
(r=-,
681,
p<
0,001
)
(8)
.Porlotanto,síexisteasociación
entre una dieta vegetariana en la madre y la
disminución de vitamina B
12
en el lactante.