

Patología retinal en pacientes VIH, aproximación diagnóstica y terapéutica del Citomegalovirus
61
75% de las autopsias
9
. Éstas corresponden a
microinfartos de la capa de fibras nerviosas
de la retina, siendo muy inespecíficas y
pudiendo ser vistas en la diabetes mellitus,
hipertensión, anemia severa, lupus eritematoso
sistémico, dermatomiositis, y leucemia
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sin
diferencias anatomopatológicas entre estas
patologías. Histológicamente se observan los
cuerpos cistoideos, los cuales representan
edema axonal por retraso o interrupción del
flujo
axoplásmico.Enel SIDA las manchas
algodonosas generalmente se limitan al polo
posterior, cerca del disco óptico.
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Las hemorragias retinianas en el SIDA se
evidencian tanto en asociación con las
manchas algodonosas, en retinitis por
CMV y como un hallazgo aislado. Estas
lesiones se han reportado en hasta un 30%
de los pacientes con SIDA y en hasta un
40% de las autopsias
12
. Pudiendo adoptar
distintas formas en el polo posterior, dentro
de las cuales destacan las hemorragias en
llama, redondas o como manchas de Roth
(hemorragia con una zona central de color
blanco). Estas lesiones no parecen estar
relacionadas con una diátesis hemorrágica
o coagulopatía, sino más bien parecen ser
una manifestación del SIDA
13
.
La infección por citomegalovirus es una
causa importante de morbilidad y mortalidad
en el SIDA. La prevalencia de la portación
de CMV en población inmunocompetente
alcanza hasta el 90% a los 80 años de
edad
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, por otra parte, la retinitis por CMV
ha sido reportada en el 15% a 40% de
los pacientes con inmunodepresión grave
(linfocitos CD4+ <50-100 cel/µL) según las
distintas series. Es importante recordar que
la retinitis por CMV puede presentarse como
entidad ocular aislada, pero también puede
ser una manifestación de la enfermedad
sistémica acompañándose de síntomas tales
como fiebre, artralgias, neumonia, hepatitis
y encefalitis, por lo tanto debe ser manejada
en conjunto con el equipo de infectología y
medicina interna
15
.
El CMV o virus herpes 5 pertenece a la
familia herpesviridae y a la subfamilia
betaherpesvirinae. Su nombre alude al
aumento de tamaño que se observa en las
células infectadas producto del debilitamiento
de su citoesqueleto. Corresponde a un virus
neurotrópico con una tendencia a infectar
los tejidos neuronales y la retina
15
, siendo
la necrosis retiniana la lesión típica en la
retinitis por CMV en pacientes con SIDA.
Ésta se caracteriza por la presencia de
mínimas células inflamatorias y citomegalia
patognomónica, pudiendo evidenciarse
como parches contiguos o no contiguos,
siendo más frecuente la primera. La retinitis
por CMV se comporta como una retinitis
necrotizante lentamente progresiva, la cual
puede afectar al polo posterior, la periferia o
ambos, siendo tanto unilateral, como bilateral
16
.
El compromiso coroideo es raro y aún no
está del todo claro si existe compromiso del
endotelio vascular.
Clínicamente las áreas de la retina compro-
metidas aparecen como lesiones blancas
intra retinianas que infiltran la retina sana y,
con frecuencia, la necrosis se aprecia a lo
largo de las arcadas vasculares y en el polo
posterior. Generalmente, se acompañan
de hemorragias retinianas prominentes
que están presentes en el área necrótica o
según el borde de ataque de la lesión. En
la periferia, la retinitis por CMV tiende a
tener un aspecto blanco menos intenso con
áreas de zona granular, que pueden o no