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J. Carrillo A. et al.
Introducción
La apnea obstructiva del sueño (AOS) es una
enfermedad respiratoria crónica caracterizada por
un aumento de la resistencia en las vías aéreas su-
periores, lo cual genera obstrucción total (apneas)
o parcial (hipopneas) en forma repetitiva durante
el sueño
1
. Son estas obstrucciones repetitivas las
que desencadenan los mecanismos fisiopatológi-
cos que tendrán repercusión patológica a corto,
mediano y largo plazo, a saber: 1) Cambios en la
presión negativa intratorácica; 2) Hipoxia inter-
mitente crónica; 3) Fragmentación del sueño y
4) Privación parcial del sueño
1
.
Entre las consecuencias de la AOS destacan su
asociación conocida con: aumento de la morbili-
dad y mortalidad cardiovascular
2,3
, aumento de
trastornos depresivos
4-7
, aumento del riesgo de
accidentes de tráfico
8-10
, pérdida de productividad
(incluyendo ausentismo laboral)
11-13
y deterioro
neurocognitivo
14,15
y de la calidad de vida
16-18
.
Todo lo anterior implica un alto costo sanitario,
especialmente en relación con los pacientes no
tratados
16,19
.
Los principales factores de riesgo de AOS son
la obstrucción de las vías aéreas superiores
20,21
,
sexo masculino, el exceso de peso
21-23
, el aumento
de la edad
21,24
, la menopausia en mujeres
25
. Otros
factores de riesgo son el consumo de medicamen-
tos hipnóticos sedantes
26
y también sustancias
como el alcohol y el tabaco
27
.
El grupo de trabajo para AOS de la
American
Academy of Sleep Medicine
(AASM) propuso en
el año 2009, los siguientes criterios de clasifica-
ción de gravedad basado en el Índice de Apnea/
hipopnea (IAH). Leve = IAH ≥ 5 y < 15 eventos/
hora, Moderada = IAH ≥15 y < 30 eventos/hora
y Severa = IAH ≥ 30 eventos/hora
28
.
Los estudios epidemiológicos muestran que,
en los últimos 25 años, la prevalencia de AOS ha
estado incrementando en los países occidentales,
en paralelo con el aumento de la epidemia de
obesidad. Así, por ejemplo, para la AOS modera-
da/severa, el estudio de la cohorte de Wisconsin
(Estados Unidos) en 1993, mostró una prevalen-
cia de 9% para los hombres y 4% para las mu-
jeres
29
. Posteriormente, el estudio de la cohorte
de Vitoria-Gasteiz (España) publicado en 2001,
mostró una prevalencia de 14% en hombres y de
7% en mujeres
30
. El estudio epidemiológico de
Sao Paulo (Brasil) en 2010 mostró una prevalen-
cia de 24,8% en hombres y de 9,6% en mujeres
31
.
El estudio de la cohorte de Lausana (Suiza) en
2015, encontró una prevalencia de 49,7% en
hombres y de 23,4% en mujeres
32
. El estudio de
Sao Paulo mostró una asociación mucho más alta
con el sexo masculino, la obesidad, y la meno-
pausia en las mujeres, y el riesgo aumentaba con
la edad en ambos sexos. En este mismo estudio,
el nivel socioeconómico bajo mostró ser un factor
protector para los hombres, pero mostró ser un
factor de riesgo para las mujeres
31
.
Por otra parte, en un estudio de cuatro ciuda-
des latinoamericanas (Ciudad de México, Mon-
tevideo, Santiago y Caracas), la población adulta
de la ciudad de Santiago tenía una prevalencia
de ronquido habitual de 66,4%, somnolencia
excesiva diurna de 22,7% y de la asociación de
ronquido + somnolencia + apneas (observadas)
de 6,4%, ronquido + apneas de 11%, insomnio de
41,6%, uso de sedantes de 23,7% y siesta diurna
de 28,7%. En todos los síntomas respiratorios del
sueño estudiados, en sus distintas asociaciones,
así como en insomnio, uso de sedantes y siesta
diurna, la prevalencia en la población de Santia-
go era mucho más elevada que en el resto de las
ciudades estudiadas
33
.
Debido al alto costo y la escasa cobertura de la
polisomnografía (PSG) -que es el
Gold Estándar
para el diagnóstico- se han desarrollado dispo-
sitivos para diagnóstico ambulatorio y diversos
cuestionarios de sueño y reglas de predicción
clínica (RPC), con el propósito de contar con he-
rramientas que permitan el tamizaje en población
general y en poblaciones con comorbilidades aso-
ciadas. Uno de estos, el Cuestionario STOP-Bang
(CSB), originalmente desarrollado como herra-
mienta para detectar AOS en pacientes obesos
45,8% (41,7-49,9), Medio 41,1% (37,3-45,1), Alto 13,1% (11-15,5). Riesgo en mujeres: Bajo 74,6%
(71,6-77,4), Medio 21,8% (19,4-24,4), Alto 3,6% (2,5-5,1). Observamos un incremento del riesgo Alto
de AOS desde 0,3% (0-1,8) en el grupo etario de 18-24 años, a 22,9% (18,4-28,2) en las personas
mayores de 65 años. Los hombres con la mayor prevalencia de Alto riesgo de AOS provenían de 7 de
las 15 Regiones de Chile: Araucanía (24%), Aysén (21,3%), Coquimbo (18%), Maule (17,8%), Bio-
Bío (17%), Arica (16,2%) y O’Higgins (15,7%).
Conclusiones:
La AOS es una condición prevalente
en la población chilena, es mayor en hombres que en mujeres y se observó que el riesgo Alto tiende a
aumentar con la edad.
Palabras clave
: Apnea obstructiva del sueño, riesgo, prevalencia, encuestas y cuestionarios.
Rev Chil Enferm Respir 2017; 33: 275-283