NEUMOLOGÍA PEDIÁTRICA

C o n t e n i d o d i s p o n i b l e e n h t t p : / / www. n e umo l o g i a - p e d i a t r i c a . cl 319 Urgencia pediátrica: la primera línea de atención hospitalaria del paciente pediátrico con virus SARS-COV-2 Neumol Pediatr 2020; 15 (2): 317 - 323 y se avisará si sale positivo. Se describe una sensibilidad de RT-PCR para CoV2 cercana al 80% (13). Otros exámenes se justificarán según las características del cuadro clínico que tenga el paciente. En este sentido, la radiografía de tórax, en pediatría, debe realizarse en casos en que haya sospecha de neumonía, o en aquellos que sin tener auscultación alterada tienen polipnea o saturación de oxígeno baja. Si el paciente tiene una IRA alta o baja leve o un cuadro tipo gripal o un cuadro febril y está estable, debe volver a su casa. Los pacientes positivos no deben consultar nuevamente si siguen estables ni acudir a control médico, a menos que su condición empeore. Si hay dificultad respiratoria, fiebre que no cede o mal estado general deberá re-consultar. Indicaciones en casa: 1.- Aislamiento: Las medidas de aislamiento del paciente sospechoso CoV2 y la higiene que deben tener sus cuidadores son fundamentales para evitar la propagación del virus al resto del grupo familiar. El niño idealmente deberá permanecer en una pieza con baño individual. Si esto no es posible, mantener un distanciamiento de al menos un metro y realizar limpieza de baño antes que un tercero lo use con amonio cuaternario o cloro. El aislamiento debe ser mínimo 14 días o más si los síntomas no han desaparecido aún. Idealmente, con un examen serológico. Todo aquel que esté al cuidado del paciente o cercano a él debe portar una mascarilla quirúrgica. El lavado de manos será antes y después de estar con el niño, utilizar toalla exclusiva, secarse con toalla de papel. Las ropas se acumulan en bolsa y luego se lavan. Los platos y cubiertos deben ser exclusivos para los pacientes. El aseo de la pieza debe ser diario, con cloro o productos con amonio cuaternario. 2.- El control médico: del cuadro respiratorio o febril será similar que en cualquier otro paciente. Si hay fiebre se aconseja uso de paracetamol dada la supuesta peor evolución de la enfermedad con uso de antiinflamatorios no esteroidales. (14). Si hay obstrucción bronquial deberá indicarse uso de inhalador dosis medida (IDM) con aerocámara individual. Deben mantenerse las medidas habituales de hidratación y realizar aseo nasal si es estrictamente necesario (cuidador siempre debe estar con mascarilla, guantes en este procedimiento). Durante el tiempo de aislamiento, no puede haber visitas en casa. Paciente con mayor compromiso respiratorio y/o cardiovascular: Según las series clínicas de pacientes pediátricos extranjeras (Estados Unidos y China) los niños necesitan mucho menos hospitalización que los adultos, entre un 5,7- 20%. En unidades de cuidados intensivos sólo entre 0,58- 2%. Dentro de los más graves, el 77% tenían una o más enfermedades de base como asma bronquial, enfermedades cardiovasculares e inmunodepresión. La mayoría de estos niños, son hombres y más frecuentemente menores de un año (6) (15). Las habitaciones de los hospitalizados por CoV2, deben ser individuales con presión negativa, si esto no es posible, preferir hospitalizar en cohortes y siempre con distancias de al menos un metro de otra cama. La valoración del paciente por el médico de urgencia es clave para lograr tratar a tiempo y adecuadamente a los más graves. Los parámetros que indican una mayor gravedad se indican en la tabla 2. Apoyo al paciente grave en urgencias: A continuación, se analizan sucintamente las principales estrategias terapéuticas para el paciente CoV2 con mayor compromiso: 1. Monitoreo continuo o periódico de las constantes vitales. Esto es vital, ya que se han descrito cambios bruscos de la condición del paciente. 2. Oxígeno para mantener saturación mayor o igual a 93%. Toda forma de oxigenoterapia puede generar aerosoles, en una simulación en maniquíes adultos con injuria pulmonar se observó que la máxima dispersión de gotitas se producía con la ventilación no invasiva (90 cm), y la menor con la bolsa de no reinhalación (menos de 10 cm). Las mascarillas simples, y de Campbell estaban en un nivel intermedio (40 cm); la cánula nasal, sistema ampliamente utilizado en los pacientes con hipoxemia leve, presentaba una dispersión de 40-30 cm según los flujos usados y el sistema de cánula nasal de alto flujo (HFNO) menos de 20 cm. A nuestro entender no existe información en pediatría que avale estos hallazgos, y lo aconsejable será tomar todas las precauciones disponibles antes de indicar un sistema altamente generador de aerosoles: utilizar siempre EPP, una sala a presión negativa idealmente y filtro HEPA en ramas espiratoria en caso de VMNI o HFNO, y probablemente protección con mascarilla quirúrgica sobre cánula nasal. (16). 3. Fluidos según necesidad: considerar que la volemización exagerada puede afectar aún más la función respiratoria y cardiovascular (17). 4. Broncodilatadores por IDM y no por nebulización si hay obstrucción bronquial. Esto es por el riesgo que tienen las nebulizaciones de generar aerosoles que incrementen la propagación del virus (16). La nebulización sólo puede ser realizada en una sala con presión negativa. 5. En caso de obstrucción de vía aérea alta con estridor importante, grado III o IV sería recomendable usar adrenalina intramuscular en dosis similares a las de anafilaxia de 0.01mg/ kg (dosis máxima 0.3 mg en lactantes a preadolescente y 0.5 mg en adolescentes) (18). No es una manifestación frecuente de COVID-19, pero puede caer en definición de MINSAL de caso sospechoso. 6. Corticoides : No tienen efectos beneficiosos, pueden retrasar la mejoría (19). Podrían ser considerados en un SDRA (19), en la aparición de encefalopatía, síndrome hemofagocítico, shock y en niños con un cuadro de sibilancias. 7. Antibióticos: No están recomendados salvo en sospecha de sobreinfección bacteriana. 8. Azitromicina e hidroxicloroquina: Si bien existen

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