NEUMOLOGÍA PEDIÁTRICA
C o n t e n i d o d i s p o n i b l e e n h t t p : / / www. n e umo l o g i a - p e d i a t r i c a . cl 255 Monitorización cardio-respiratoria en lactantes Neumol Pediatr 2020; 15 (1): 251 - 256 4.- Pacientes con tos convulsiva Pacientes con tos convulsiva menores de 12 meses con apneas demostradas en su período de estado que han requerido de hospitalización o consulta por eventos repetidos en domicilio. En este escenario, la mayor utilidad será cuantificar con fines diagnósticos los eventos, puesto que es discutible que la intervención durante el evento cambie el pronóstico. El tiempo de monitorización para esta indicación es mínimo de 1 mes desde el alta y libre de eventos durante este tiempo. 5.- Pacientes con reflujo gastroesofágico y apneas Pacientes con reflujo gastroesofágico patológico demostrado con estudio exhaustivo (pH metría, endoscopía, poligrafía o polisomnografía) que sean menores de 6 meses. El principal objetivo en este escenario es cuantificar los eventos. El tiempo de monitorización para esta indicación es mínimo de 2 meses desde el último cambio de tratamiento luego de presentar apnea y libre de eventos por 1 mes en el monitor. 6.- Pacientes con soporte ventilatorio por enfermedad pulmonar crónica (CPAP o VM) o pacientes con vía aérea crítica (vía aérea inestable por malformaciones, traqueostomía, otros) Dependiendo de la gravedad de la enfermedad de base, en mucha de estas circunstancias la monitorización cardio-respiratoria permitiría al cuidador responder a los eventos de forma rápida para disminuir la magnitud de hipoxemia. Para esto, los cuidadores deben ser entrenados en las técnicas de observación, operación del monitor y resucitación cardiopulmonar, además de contar con apoyo telefónico de soporte (9). La mayoría de estos pacientes estarán con la denominación de Hospitalización Domiciliaria. Estos pacientes debieran estar monitorizados durante todo el tiempo en que su situación de vulnerabilidad exista. Prescripción y ajuste de monitorización cardio-respiratoria: Es responsabilidad del médico prescribir el equipo y sus especificaciones como: monitoreo simultáneo de actividad cardíaca y respiratoria, con capacidad de almacenaje, descarga y revisión retrospectiva del registro para el análisis de la veracidad de las alarmas y evaluación del cumplimiento de uso (9). Cabe destacar que ningún monitor domiciliario tiene la capacidad de detectar apnea obstructiva de forma confiable (9). La programación habitual de un monitor se fija con las alarmas de bradicardia en 100 latidos por minuto, taquicardia en 200 latidos por minuto, apnea en un período de 20 segundos y oximetría de pulso en 90% (19). Estos valores pueden variar de acuerdo a la situación clínica (Tabla 2). Para la prescripción de monitorización cardio-respiratoria, los padres deben ser instruidos acerca de los objetivos de la monitorización (tiempo, alarmas) y del registro obtenido en el equipo. Asimismo, deben ser instruidos acerca del estrés asociado a la monitorización. Suspensión de la monitorización cardio-respiratoria: La suspensión de la monitorización es un área que cuenta con poca evidencia como para listar recomendaciones generales y debe ser aplicado en el caso individual de acuerdo al criterio clínico. Existe un consenso general respecto a los recién nacidos menores de 29 semanas, indicándose suspender monitorización domiciliaria una vez alcanzadas las 43-44 semanas de edad gestacional o una vez desparecidas las apneas, cualquier evento que ocurra al final. Por otro lado, el uso de monitor de apnea en niños mayores varía significativamente (5). El Consenso del Instituto Nacional de Salud especifica que la monitorización en domicilio para lactantes con uno o más episodios de ALTE que hayan requerido resucitación boca a boca o estimulación vigorosa, no cuenta con un tiempo definido de duración, no se cuenta con guías específicas al respecto, por lo que debe ser descontinuada cuando los padres se sientan seguros de tomar la decisión (20). Algunos autores reportan la recurrencia de los eventos dentro de las seis semanas siguientes al primer episodio de ALTE por lo que sugieren este período para considerar la suspensión de la monitorización cardio- respiratoria (23). La monitorización cardio-respiratoria en hermanos de 2 o más víctimas de MS no se encuentra bien definida; sin embargo, la Academia Americana de Pediatría no lo recomienda debido a la falta de evidencia sobre su efectividad en reducir la MS. Para aquellos en los que se prescribe monitorización, se ha sugerido mantenerla hasta superar la edad en la que el hermano sufrió el episodio (20). En el ámbito hospitalario en relación con la saturometría, es una práctica común suspender la monitorización tras haber cumplido más de 48 horas de estabilidad con oxígeno ambiental, práctica que tampoco ha sido consensuada y que difiere según el criterio de cada centro (20). Está menos definido el momento de suspensión de monitorización en base a la saturometría, el cual suele extrapolarse de las prácticas realizadas en pacientes con Displasia Broncopulmonar. Tabla 2. Programación del monitor cardiorespiratorio *Pueden variar según edad y enfermedad de base. **Oximetría de pulso está indicada en pacientes dependientes de tecnología (Cánula de alto flujo, traqueostomía y otros) y síndrome de hipoventilación central congénita.
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