GLAUCOMA

94 Oftalmoscopía casos de ojo único, debemos guiarnos por la relación copa/disco, y en nervio pálidos, donde es difícil determinar, la mejor manera es guiarse por el perfil de curvatura de los vasos. Fig. 18. - Elongación de poros de la lámina Cribosa: Ya se comentó que no es normal observar los poros de la lámina cribosa, excepto en algunos casos de megalopapilas, o altos miopes. Sin embargo, es posible observar estos orificios (poros de Hartmann), en casos de glaucoma avanzado, por la atrofia de las fibras nerviosas, que normalmente lo cubren. En casos más avanzados, al perderse el sostén de la lámina cribosa, por la hipertensión ocular, estos poros se verán elongados, e indican debilidad y profundización de la lámina cribosa y la copa óptica2-19. Fig. 19. Cambios Vasculares. Al progresar la neuropatía glaucomatosa, es normal que también exista una reducción del calibre de los vasos en la cabeza del nervio óptico y la capa de fibras nerviosas de la retina. Esto puede ser un signo claro de palidez en la papila glaucomatosa, en comparación con los ojos sanos. Pero éste signo no es único de glaucoma, y debe diferenciarse de otras causas de palidez del nervio óptico, sin embargo, si esta palidez se acompaña también de acopamiento y aumento de la relación copa disco, es muy indicativo de patología glaucomatosa2-20. Figura 18. Nervio óptico pálido, con excavación casi total, pero poco profunda, y con pigmento, por lo que es difícil definir la relación copa/ disco. Por el contorno y curvatura de los vasos (líneas rojas) se logra definir el borde del anillo neurorretinal (línea puntuada azul). Figura 19a y b. Elongación de poros de la lámina cribosa en la base del nervio óptico, observándose imágenes más oscuras, como orificios elongados.

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